Mientras continúan las fricciones entre Venezuela y Guyana por el intento de llevar la centenaria disputa territorial por el Esequibo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ExxonMobil anunció el octavo descubrimiento de petróleo aguas afuera en el llamado Bloque Stabroek.
Según un comunicado del gobierno de Guyana, este nuevo hallazgo añadiría a los 3.2 millardos de barriles equivalentes de crudo que ya han sido detectados en siete otros reservorios (Liza, Payara, Liza Deep, Snoek, Turbot, Ranger y Pacora) que forman parte del Bloque Stabroek, que abarca 26,800 kilómetros cuadrados de región profunda del Océano Atlántico.
Las exploraciones en busca de crudo en este bloque han sido cuestionadas por Venezuela desde que empezaron en 2015.
“Lo grave de la concesión Stabroek es que no solamente cubre la Zona en Reclamación, sino que está en la plataforma continental del Delta del Orinoco, en nuestras aguas, es decir, que está actualmente en lo que es parte del mapa del territorio de Venezuela”, dijo a Pan Am Post, Emilio Figueredo, abogado, analista y exembajador de Venezuela en Naciones Unidas.
Según Figueredo, Venezuela no ha protestado enérgicamente esta concesión, que amenaza con convertir a Guyana en “uno de los principales productores de petróleo en América Latina”, según dijo Pablo Medina, analista senior de la firma Wood Mackenzie, a finales del 2017. Esta firma calcula que, para 2026 esa nación estará produciendo entre 350.000 a 400.000 b/d.
Para el exdiplomático venezolano, Cuba fue la que convenció al entonces presidente Hugo Chávez -y después a los demás que le siguieron- que la reclamación por el Esequibo “era producto del imperialismo”. “En cualquier escenario internacional, cualquier foro, sea de los No Alineados, etc., Cuba ha sostenido sistemáticamente la posición de Guyana sobre la de Venezuela”, destacó Figueredo.
En el comunicado donde el gobierno guyanés anuncia este octavo reservorio de crudo, se felicita a “ExxonMobil y sus socios, Hess Guyana y CNOOC Nexen Petroleum, en otro descubrimiento de petróleo histórico aguas afuera de Guyana en el pozo Longtail-1. Lo que lleva a un total de 8 los reservorios donde ha sido descubierto crudo”.
Y es que ExxonMobil (empresa estadounidense) no está sola en esta concesión, sino que también la petrolera de China, CNOOC Nexen Petroleum, basada en Barbados, que tiene una participación del 25%.
Para Figueredo, no es casualidad que ExxonMobil este enfrentándose al gobierno venezolano con esta concesión. La petrolera estadounidense, tiene más de una década en una batalla legal con Venezuela para que pague las compensaciones por Cerro Negro, un proyecto donde la empresa participaba y que fue expropiado en 2007 por el entonces presidente Hugo Chávez.
Error tras error
En 2007, Chávez aprueba una Ley Orgánica de Hidrocarburos “sin consultarla con nadie”, según explicó a Pan Am Post José Toro Hardy, economista y exdirector de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Esta normativa dictaminó que todos los contratos que se habían firmado con la apertura petrolera quedaban anulados en la práctica.
“Chávez les dio la oportunidad (a las compañías extranjeras en el país, entre ella ConocoPhilips y ExxonMobil) de convertirse en empresas mixtas de acuerdo a esta ley. La mayoría aceptó, porque los precios del petróleo eran muy altos, y los que no aceptaron recurrieron a arbitraje internacional”, explicó Toro.
Para el economista, Venezuela cometió un error monumental, durante los años de reclamación por el territorio esequibo, “la única acción que nos protegía era que habíamos declarado que no se reconocerían las inversiones extranjeras que se realizasen en esa zona”, explicó.
Pero en 2004, el presidente Chávez viajó a la capital de Guyana, Georgetown, fue la primera vez que lo hacia un mandatario venezolano. Según explicó Toro, este viaje tenia como objetivo congraciarse con los países de la Caricom (del Caribe) que apoyaban a Guyana en el tema de la reclamación. “Y lo que hizo fue decir que de ahora en adelante Venezuela no se opondría a las inversiones que allí se realizaran”.
De esta manera, Chávez logró por un buen tiempo tener los votos de los países del Caribe en la Organización de Estados Americanos. “Pero al hacer eso perdimos la posibilidad de defender nuestros derechos en la zona en reclamación”, dijo Toro.
Como si esto fuera poco, el pasado lunes 18, la cancillería venezolana informó que no participará en el procedimiento que impulsa Guyana ante la Corte Internacional de Justicia por carecer esa instancia de jurisdicción sobre la disputa por la Guayana Esequiba.
#COMUNICADO | Venezuela comunica a la Corte Internacional de Justicia que no participará en procedimiento impulsado por Guyana https://t.co/766ljNq4hf
— Cancillería Venezuela ?? (@CancilleriaVE) June 18, 2018
Al día siguiente, Carl Greenidge, ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, anunció que pedirá a la CIJ que dictamine a su favor en el caso de la disputa fronteriza con Venezuela sobre el Esequibo, ya que la parte oponente no se presentará ante la CIJ.
Según dijo Greenidge, Guyana se ampara en el Artículo 53 del Estatuto del CIJ, que indica que “siempre que alguna de las dos partes no se presente ante el tribunal o falle en defender su caso, la otra parte tiene el derecho de comunicarse con la corte y que decida a favor de su reclamo”.
Para Figueredo, que Venezuela no vaya a la Corte, es como el avestruz que mete la cabeza dentro de la tierra. “Porque si no vas, en derecho eso se puede llamar confesión ficta, puede que no estés presente y la Corte puede continuar su juicio”, destacó.
“En el caso particular nuestro, es bueno recordar que estamos frente a la Corte no solo por una demanda interpuesta por Guyana, sino por una decisión formulada por el Secretario General de las Naciones Unidas con base a las facultades que le otorga el Acuerdo de Ginebra de 1966 y que dio lugar a una llamada a consulta hace dos años a los gobiernos de Venezuela y de Guyana para determinar cuál mecanismo de solución pacífica de controversias se debería aplicar para resolver el conflicto”, señala Figueredo en un editorial en su página de Analitica.com.
En diciembre de 2016, el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon Moon emitió una decisión dándole al gobierno venezolano una extensión, por un lapso de un año, de los buenos oficios y por el otro, la instancia de resolver el conflicto ante la CIJ, si las partes no habían resuelto la controversia durante el período acordado.
“El Gobierno venezolano no protestó oportunamente esa decisión y por eso ahora estamos ante la Corte”, dice Figueredo en su editorial, y agrega que “el hecho es que Guyana está en posesión del territorio y aparentemente tiene un importante apoyo internacional para que lo conserve”.