Un tribunal de Washington D.C., Distrito de Columbia, emitió este martes una orden de decomiso del avión venezolano-iraní retenido en Argentina desde el pasado 6 de junio por presuntos vínculos con el terrorismo internacional y tras haberse violado sanciones de Estados Unidos para su venta. La decisión responde a una demanda interpuesta el pasado 20 de octubre contra el Boeing 747 de la empresa Emtrasur, subsidiaria de carga de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, el cual inicialmente pertenecía a la compañía iraní Mahan Air.
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“Esta acción de decomiso in rem surge de una investigación realizada por el Departamento de Comercio, Oficina de Industria y Seguridad (BIS) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) por la transferencia ilegal de la custodia y el control de la aeronave demandada, por parte de una entidad iraní sancionada a un tercero, sin autorización del gobierno de los Estados Unidos”, argumenta la corte.
#OJO Corte del Distrito de Columbia emitió una Orden de Decomiso al avión B-747 venezolano-iraní, actualmente en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires, Argentina. 👇@VozdeAmerica pic.twitter.com/BELMNwNxtj
— Celia Mendoza (@CELIAMENDOZA25) October 25, 2022
Es decir, como el avión fue trasferido a la empresa venezolana en octubre de 2021 sin la autorización de Washington, se violó una orden de 2008 emitida por el Departamento de Comercio. Tanto Conviasa como Mahan Air han sido sancionadas por EE. UU. Por esta razón, la justicia de este país ahora reclama la propiedad del avión.
La decisión queda ahora en manos de la justicia argentina. El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, que interviene en la causa del avión venezolano-iraní, deberá decidir si corresponde entregarlo a Estados Unidos en apego al tratado de cooperación bilateral.
La tripulación está en Venezuela
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Caracas, presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz –según se argumentó inicialmente–, y dos días después despegó con destino a Uruguay a cargar combustible ante el temor de las petroleras argentinas a las sanciones de EE. UU., pero debió regresar al aeropuerto de la localidad bonaerense de Ezeiza, que sirve a Buenos Aires, ante la prohibición para aterrizar en el país vecino.
Fue el 11 de junio cuando se conoció que el Gobierno argentino había ordenado inmovilizar el avión y retener a la tripulación compuesta por 14 venezolanos y cinco iraníes, entre ellos Gholamreza Ghasemi, vinculado a las Fuerzas Quds —una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria islámica—, definida por Estados Unidos como instructores de Hezbolá. De los 19 tripulantes, 12 fueron liberados a comienzos de agosto por orden de la justicia argentina. Y finalmente el pasado viernes llegó a Caracas el último grupo de los tripulantes que permanecía retenido en Buenos Aires.
El pasado 11 de agosto, el juez Federico Villena había autorizado que el avión venezolano-iraní fuera requisado por agentes del FBI y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, como parte de una primera solicitud de decomiso presentada por la justicia estadounidense.