El II Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) se desarrolló desde el pasado 28 de Septiembre hasta el día de ayer, 30 del mismo mes, en la ciudad de Quito, Ecuador.
Más de 60 partidos y movimientos de izquierda del mundo se reunieron para este evento, entre ellos el Frente de la Victoria, de Argentina; el Frente Amplio, de Uruguay, el Partido Socialista Unido de Venezuela, de Venezuela; el Partido Comunista, de China; Partido Hindú; Podemos e Izquierda Unida, de España.
De acuerdo con el reportaje realizado por Diario El Telégrafo, los costos de logística están a cargo del movimiento oficialista Alianza País. Este evento tiene un sinnúmero de actividades, y proyectan que alrededor de 4.000 personas estarán presentes entre los 3 días que dure la reunión izquierdista en el país.
También se reporta que organismos públicos como la Secretaría Nacional de Comunicación, la Secretaría Nacional de Gestión de la Política, y la Asamblea Nacional ayudarán en la difusión y transmisión de las diferentes actividades que se llevarán a cabo. Valdría la pena que cada ecuatoriano se pregunte: ¿cuál es el beneficio que se recibe por la utilización de estas instituciones públicas? (recordando que estas son financiadas con el dinero de los contribuyentes).
El Gobierno ecuatoriano está utilizando a estos organismos con el objetivo de hacerse propaganda política y de hacerle el mismo favor a los demás movimientos de izquierda de América Latina. Es difícil encontrarle el punto en el cual esto beneficia a los ecuatorianos. Además, no es sorprendente que la Supercom, organismo que regula la información que puede o no recibir un ecuatoriano, considere una información de interés nacional la difusión de este evento.
Los organismos públicos de Ecuador, desde hace mucho tiempo, se convirtieron en marionetas del Gobierno populista que lidera Rafael Correa y actualmente son las herramientas de propaganda y de control más eficaces del oficialismo.
Cabe destacar que el diario que divulgó el reportaje es un medio de comunicación público, y al conocer esto, un ciudadano ecuatoriano debe estar pendiente de los enormes sesgos de información que pueden encontrarse en un medio oficialista. Por ende, es difícil estar seguro de hasta qué punto es cierto que Alianza País, como partido político independiente, afrontó los gastos de logística.
Los discursos llenos de falacias
Durante el primer discurso del encuentro ELAP, el vicepresidente de la República del Ecuador, Jorge Glas, dió una bienvenida a los “Cinco Héroes Cubanos” y los nombró “un ejemplo para todos”. Generalizarlos como ejemplo es algo que definitivamente está de más. Apoyar a un régimen sumamente autoritario que coarta cualquier posibilidad de libertades individuales y libertades económicas brinda una prueba fehaciente de quiénes son los héroes de los gobernantes ecuatorianos.
Después mencionó que la “derecha mundial está bien organizada, tiene recursos y opera de las formas más inusitadas y más violentas”. Es difícil hacer creer que el villano de la película es verdaderamente el héroe, eso no ocurre, pero es bueno que al menos crean en sí mismos.
No sería sorprendente que el próximo ELAP se realizase de nuevo en Ecuador; después de todo, se ha vuelto un Estado de propaganda y falacias continuas
Los Gobiernos de izquierda de esta región tienen temor de ofrecer libertades a sus ciudadanos. Son los Gobiernos los que empiezan con la represión; si en algún momento las personas han decidido salir a las calles y protestar por sus derechos es porque ellos sienten como su vida pasa a ser controlada por un Estado. Y todas estas “estrategias” no son más que un sentir del público ya cansado de estos obsoletos “progresistas”.
También expresó que las “fuerzas progresistas” privilegian el capital humano por sobre el capital económico, lo cual para ellos es verdad. Empero, ¿Por qué el capital económico es malo? El capital no es más que el ahorro de los individuos, creado por el comercio, y se utiliza como herramienta para salir de la pobreza. Son los libres mercados los que generan un mejor comercio y por ende un mayor ahorro. Esto se vuelve en una fuente de bienestar para los individuos.
En un país con mayor capital económico las empresas aumentan su productividad, lo que genera un crecimiento en el ingreso para la empresa y sus trabajadores con mayores ofertas de plazas de trabajo. Es ahí cuando un mayor capital económico quiere decir un mayor capital humano. y en aquellos lugares donde se prioriza excesivamente el capital humano quedan estancados en la pobreza o tratan de salir de ella, pero avanzando a pasos muy lentos.
[adrotate group=”8″]
El último en dar su discurso fue Rafael Correa, presidente del Ecuador. Al parecer en esta ponencia sí tuvo público que le prestara atención, no como en la ONU, donde estuvo casi vacío el salón.
En su discurso, Correa criticó a las marchas que se han realizado en su contra, especialmente la protesta indígena que se llevó a cabo en agosto. Él declaró que nadie “le paró bola”, y que “nos quieren hacer creer que la política democrática es necesariamente la política del consenso”. Lo que el presidente ecuatoriano no se da cuenta es que la democracia no solo sirve para darle legitimidad a los gobernantes, una muy buena democracia sirve para consensuar aquellos asuntos que no están claros y que no debe decidirlos un presidente. Después de todo, los verdaderos gobernantes de un estado deben ser sus ciudadanos.
Finalmente, Correa mencionó el 30-S, o como él lo llama “el día en que triunfó la democracia”. No es pertinente hablar de ese tema porque se el estaría dando atención a más herramientas propagandistas del gobierno. Y es casi seguro que cuando Alianza País ya no se encuentre en el poder, el 30-S dejará de celebrarse.
No sería sorprendente que el próximo ELAP se realizase de nuevo en Ecuador; después de todo, lastimosamente, Ecuador se ha vuelto un Estado de propaganda y falacias continuas.