El presidente de Chile, Gabriel Boric, llegará en marzo a cumplir dos años en el Palacio de La Moneda con altas probabilidades de un cuarto cambio de gabinete. Sus aliados en el Congreso y hasta la oposición van en esa dirección no sólo porque seis ministros ocultaran reuniones en casa del lobista Pablo Zalaquett, sino por ofrecer versiones confusas al respecto, las cuales minan la confianza en los involucrados.
La omisión de las citas en la casa de Zalaquett, un lobista con un historial de procesos ante la justicia por utilizar boletas y facturas falsas en su fallida campaña en 2013, motivó a diputados comunistas, socialistas y centroizquierdistas a remitir una misiva al jefe de Estado. En el texto piden transparencia y que se nombren nuevos funcionarios con credibilidad.
Vacaciones con tensión entre el Ejecutivo y el Congreso
La crispación política por las irregularidades en el Gobierno es aguda. Entre las más polémicas figura la revocación de pensiones de gracia a personas con antecedentes penales, también la discusión del proyecto que dé estabilidad a los precios de la electricidad. Ambos temas enfrentan al Ejecutivo con sus parlamentarios.
Las visiones están confrontadas sin ninguna trastienda. De hecho, el comunista Matías Ramírez ya indica que sería “un error abrirse a revisar el otorgamiento de pensiones de gracia”, porque “puede constituir un acto ilegal y arbitrario a la luz de los comportamientos del Estado Chileno, en materia de reparación a víctimas de violaciones a los derechos humanos”.
Mientras tanto, en otro frente la congresista Karol Cariola, quien milita en el mismo partido, culpa al titular de la cartera de Energía, Diego Pardow, de desatender el alza en el costo del servicio de luz, hecho que alcanza al 88 % de los usuarios. “El ministro tiene que sentarse a conversar con la Cámara de Diputados de manera real. Hemos propuesto la renegociación de los contratos”.
Sofocar los ánimos no parece fácil, cuando se multiplican las demandas de un cambio de gabinete. El presidente tiene tiempo para evaluar. Boric se tomará una semana de vacaciones de verano en la región de Los Lagos. Sin embargo, los desencuentros en su sector comienzan a arruinarle su estadía del 22 al 29 de enero en Puyehue, una localidad turística ubicada a casi 1000 kilómetros de Santiago.
¿Aprobará o rechazará un cuarto cambio de gabinete? La pregunta está en el aire. Sin embargo, de concretarse esto implicaría salidas a seis meses del último ajuste que realizó en cinco ministerios, los cuales fueron Educación, Desarrollo Social, Minería, Cultura y Bienes Nacionales, ante el escándalo por el traspaso de fondos públicos a fundaciones aliadas al mandatario.
Oposición sin tregua
La oposición también hace presión. Los diputados republicanos Chiara Barchiesi y José Carlos Meza piden también un cambio de gabinete. Ambos indican que las versiones que dieron los comunistas y la ministra Jara sobre las reuniones con representantes de las Asociación de Fondos Previsionales (AFP) son confusas. Esta misma impresión se mantiene respecto a lo dicho por la ministra Rojas, en relación con las dos citas en la casa del Zalaquett.
“Cómo puede ser que haya seis ministros de Estado que estén negociando el futuro de Chile a cuatro paredes con empresarios, sin la decencia de darle frente a los chilenos, y transparentar qué ocurrió en esas reuniones clandestinas”, se preguntó con indignación Barchiesi.
“Las confianzas están totalmente quebradas”, añadió el congresista Meza, luego de recalcar que este conflicto es “la oportunidad propicia para que el presidente de la República haga un ajuste en su Gabinete”.
Los cambios deben ser profundos. El diputado por los republicanos también señala que, aparte de la remoción de la titular de Medioambiente, también debe salir el responsable de Vivienda, Carlos Montes. Los motivos para su dimisión serían los allanamientos simultáneos que ejecutó la Fiscalía en secretarías regionales Ministeriales de esta cartera, por el presunto fraude al fisco que se hizo con el traspaso de dinero a fundaciones vinculadas al Ejecutivo.