Sin seriedad y sin formalismos técnicos y conceptuales transcurren las jornadas de la Convención Constitucional chilena presidida y dominada por la izquierda, donde sus integrantes arriban disfrazados de un dinosaurio y de Pikachu –caricatura japonesa– para tomarse el podio.
Cristóbal Andrade y Giovanna Grandón, ambos miembros de la Lista del Pueblo –coalición de independientes– se presentan en la plenaria con la indumentaria que es “símbolo de que el Pueblo y el 18 de octubre –día del estallido social– están dentro de la Convención”.
#LadoBdelaconvención. Convencionales Cristóbal Andrade y Giovanna Grandón entraron de Dinosaurio y Pikachu hoy al ex congreso. Dicen que querían enfatizar que el pueblo está adentro y dar un poco de alegría. Ahora ya están en sus comisiones (sin traje). pic.twitter.com/qFsRG2bmLT
— Josefina de la Fuente (@josefina_delaf) July 29, 2021
Dos del mismo lado
Andrade no quiere legislar. Ya lo dijo. “El Dino Azulado nació para dar alegría a la gente y es lo que haré en la Convención Constitucional”. De hecho, este constituyente tiene una imagen de este animal en escala en su curul de la sala de la Convención, instancia adonde llegó como independiente pero sus ideas pisan la acera de la izquierda cuando se declara “defensor de un Estado constitucional ambiental, igualitario y participativo y ha manifestado su compromiso con las reivindicaciones y las causas del pueblo”.
Por esas ideas se tongonea en la política junto a Grandón, compañera de la Lista del Pueblo, quien vocifera que “Chile despertó para decir basta de abusos, basta de que unos cuantos se queden con todo y que muchos no reciban nada”, pero además cree que “bailando también se lucha”.
El descontrol tiene anuencia en la plenaria. Su vicepresidente, Jaime Bassa, reveló en Twitter que junto a la presidente, Elisa Loncón, tomaron la “decisión política de que todos los espacios de trabajo tienen que ser representativos de la diversidad de la constituyente”.
La demora en la redacción también la justifica porque “para escribir el primer artículo de la Constitución se necesitan reglas que permitan regular la forma de deliberar ese artículo y esas reglas hay que escribirlas” y eso –asegura– lo hacen de “una manera extraordinariamente rápida”.
Hoy la Convención Constitucional no tuvo tiempo (ni ganas) para sesionar. Pero si hubo tiempo para el show del Dinosaurio Azul, un Constituyente de la Lista del Pueblo que fue elegido por paridad (dejando fuera a Chiara @BarchiesiD6 que sacó muchos más votos. Una verguenza pic.twitter.com/LijxGp4hEJ
— José Antonio Kast 🇨🇱 (@joseantoniokast) July 29, 2021
Una superposición fatal
La postura del vicepresidente de la Convención es una muestra de la imbricación entre política y farándula. La Tercera anticipó el comienzo del “circo constituyente” y alertó en su instalación –hace un mes– que “es de esperar que la situación vaya prosperando conforme pasen los días”.
El pronóstico es probable pero sobre todo posible cuando existe la pretenciosa meta de refundar el país por parte de la izquierda –que domina con 118 miembros de 155 que conforman la Convención– su desembozado ánimo de atribuirse potestades que no les corresponden, con el consiguiente desconocimiento de la institucionalidad vigente y la naturaleza de la misión que les ha sido encargada por votación popular y la evidente intención de irrespetar el quorum de dos tercios necesario para incluir artículos en la Constitución.
Luego sigue en esa lista el escaso profesionalismo que muestran numerosos convencionales más interesados en los mítines, la exposición ante las cámaras y las consignas reivindicatorias que en centrarse en el importante cometido instaurando un “show”, pero de los malos.
Sin legitimidad
Están “con hambre y creativos”. Así resumió la escena el diputado de la Unión Democrática Independiente (UDI), Sergio Bobadilla, refiriéndose a la denuncia de Loncón de que los miembros del organismo han “perdido peso” por no contar con un área para comer, y ello ha incidido en el avance de los debates en contraste con la imagen física de los constituyentes.
Para Ricardo Neuman, el episodio con el dinosaurio y el Pikachu es “parte de un show” que genera una “pérdida de la legitimidad” que la coalición de Chile Vamos –de derecha– capitaliza a favor, al presentar el primer borrador de reglamento para empezar a discutir cuanto antes la propuesta de la nueva Carta Magna.
No nos echen la culpa a nosotros de la pérdida de legitimidad de la Convención. Mientras algunos hacemos la pega, otros se dedican al show. No se laven la mano con nosotos, los chilenos no son tontos. Hoy se suspendió pleno y esto pasaba cuando llegamos a comisión #HagamosLaPega pic.twitter.com/NBV3Twgozn
— Ricardo Neumann (@raneumannb) July 29, 2021
Sobre la mesa
El reglamento de Chile Vamos ratifica todo lo aprobado en el acuerdo del 15 de noviembre para el proceso constitucional, donde se prohíbe “atribuirse el ejercicio de la soberanía”, establece “el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas, y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes” y que no se podrán modificar los quórums definidos.
En cuanto a la estructura orgánica de la Convención, se define que la Mesa estará constituida exclusivamente por un presidente y un vicepresidente, elegidos por mayoría absoluta de los convencionales. Entre sus funciones, por ejemplo, se señala la de “conceder la palabra a los convencionales constituyentes que la soliciten, en el orden en que lo hagan” y en el caso de que se hagan varias solicitudes a un tiempo, debe pedir alternar entre quienes “representen distintas tendencias, posiciones y opiniones”, no recogiendo el principio de paridad adoptado por la actual mesa, explica El Mercurio.
Las audiencias públicas para revisar el documento ingresado que propone la forma de regular orgánicamente la Convención en las distintas etapas de tramitación de los textos constitucionales, las normas que regulan el debate, las obligaciones de los convencionales, entre otros, comienzan ya y con ellas sin espacio para espectáculos, si prima el sentido común.