English Querido Pueblo de Puerto Rico:
¿Te has tomado un momento para ver a tu alrededor? ¿Has visto la vía pública, el servicio de agua, el de electricidad o el tráfico? ¿Has oído de la ola de crímenes que aumenta y disminuye, pero que realmente nunca se detiene? ¿Has oído de la corrupción en el gobierno? ¿Te has dado cuenta de que los dos partidos políticos principales hacen promesas iguales? ¿Nunca se te ha ocurrido que un partido pretende vender la compañía telefónica, y el otro se opone, pero una vez electo, ese partido también quiere venderla? ¿Y qué hay del gasoducto? Un partido se opone mientras está fuera del poder, pero luego apoya una “nueva versión” cuando se encuentra en el cargo.
La historia de Puerto Rico en los últimos 40 años ha sido de poder versus poder, a cualquier costo. Ha sido una historia de mala administración, codicia política, negligencia en el cumplimiento del deber y corrupción. Ya seas un Popular (miembro del Partido Democrático Popular) o un Penepe (miembro del Partido Nuevo Progresista o PNP), sabes qué es lo que está mal en Puerto Rico.
Un amigo de la familia y miembro de un acaudalado grupo industrial de Puerto Rico una vez me dijo, “mejor los pillos míos que los pillos de ellos“. Se refería a quién estaba en el poder. Él era miembro de los Populares y se lamentaba porque el otro partido gobernaba en ese momento.
Su sarcasmo resume el problema. Todo el mundo sabe que el sistema político es corrupto, que el problema se encuentra en el gobierno y la política de Puerto Rico. Este sistema corrupto se alimenta a sí mismo y está destruyendo lo que una vez fue una hermosa isla y a su gente. Yo te pregunto, ¿por qué no un sistema sin los pillos de ningún bando?
Hoy hay dos culturas en Puerto Rico. Una abarca al lenguaje, la música, el arte, la historia y las afecciones. La segunda es la cultura del crimen, la corrupción, el engaño y el poder. Una de esas dos culturas debe morir para que la otra pueda vivir. Hoy, la segunda cultura está matando a la primera, lenta y dolorosamente.

Para poder resucitar a la buena cultura de Puerto Rico necesitamos un cambio real y significativo. Como digo a menudo, si quieres un cambio, debes hacerlo. Significa afrontar los problemas como realmente son, encontrar sus verdaderas causas y atacarlas desde el punto de vista de los principios. Significa pelear en contra de la avaricia política y sindical, resistir a la opresión del socialismo de planificación central, a los argumentos emocionales y a la cobertura mediática engañosa.
¿Cuántas veces han prometido los políticos una vida mejor? ¿Cuántas veces lo han cumplido? ¿Qué es lo que ha logrado tener mas gobierno, más leyes, más regulaciones, altos costos y altos impuestos? Puerto Rico es una sociedad colapsada. Ha sido destruida por su segunda cultura. Y al menos que se implemente un cambio real, Puerto Rico colapsará dentro hacia un abismo incluso más profundo.
La peor parte de todo esto es que Estados Unidos se enfrenta a una crisis similar. Se está destruyendo a sí mismo a través de la segunda cultura. Mientras Estados Unidos, como Puerto Rico, falla en atender la crisis de la deuda y continúa expandiendo al gobierno en el nombre de proteger y ayudar a las personas, arrastrará a Puerto Rico aun más hacia abajo.
Hay soluciones sobre la mesa para arreglar muchos —si no todos— los problemas de Puerto Rico. Hay soluciones al crimen y al financiamiento del gobierno y la economía. Hay múltiples propuestas para arreglar a la isla por completo y pelear contra la corrupción. Hay incluso una propuesta para romper el estancamiento del status político.
Admito que muchas de mis propuestas son radicales. Sin embargo, cuando es “normal” que un territorio de Estados Unidos tenga una deuda de US$70 millardos, y que la nación tenga $60 billones de deuda total, y cuando “normal” es un promedio de mil asesinatos y decenas de miles de crímenes violentos y contra la propiedad reportados por año, ¿no será que ha llegado el momento para las ideas radicales?
Estamos construyendo una coalición para una República de Puerto Rico independiente y capitalista. Estamos llegando a aquellos que han sido dejados fuera del sistema, heridos por las miles y contradictorias leyes, pero también te estamos buscando a ti: El productor, el dueño de negocio, los creadores de sociedad. Buscamos a los verdaderos conservadores y liberales clásicos. A aquellos que obedecen la ley, están cansados del crimen y la corrupción, y están listos para hacer lo que sea para acabarlos. Damos la bienvenida tanto a los estadounidenses como a los puertorriqueños que puedan unirse para la independencia, la independencia que sí funcionará.
Es importante recordar que cada día que nos sentemos y dejemos de hacer algo, nos convertimos en más y más cómplices de los crímenes en contra de nuestra propia gente.
Cuando te despiertes un día, en un futuro no tan distante, y encuentres que el dólar estadounidense ha colapsado y toda la economía y la sociedad vayan en caída libre, te invito a que recuerdes esta carta y estas ideas. A pesar quesería beneficioso para todos trabajar juntos ahora para comenzar el proceso de salvar a Puerto Rico, también sé que la mayoría no actuará hasta que la acción sea la única opinión disponible.
Ese día, recuerda que los partidos políticos no te alertaron y no planificaron. Todo lo que hicieron fue culpar a otros partidos, o a los bancos, o a Estados Unidos o a la Fuerza Naval. Te reto a que te preguntes a tí mismo qué soluciones han propuesto. Esos políticos intentarán venderte una cansada y vieja solución con nuevos nombres y pancartas, y usarán la crisis para destruir aun más a Puerto Rico.
Ese día, te invito a que les des la espalda y te unas a aquellos de nosotros que ya estamos al tanto y trabajamos para alcanzar verdaderas soluciones
Hasta entonces,
Frank Worley-Lopez.