EnglishLos tejanos puede que amen a sus armas, o por lo menos así es se los percibe, pero no pueden llevar consigo pistolas públicamente. Pueden, sin embargo, llevar rifles y escopetas, y pistolas de pólvora negra hechas antes de 1899.
Esta extraña aplicación del control de armas está promoviendo el crecimiento de una organización basada en Texas, Estados Unidos, llamada Come and Take It (CATI) (“ven y quítamela”). De acuerdo a su vicepresidente Jason Orsek, CATI, fundada en 2013, ya tiene 33 capítulos, y este fin de semana se unieron dos localidades a la lista que realizaron sus primeras marchas de armas a la vista.
Con armas que se pueden exponer públicamente de manera legal –sin municiones, según reportó KFOX 14– aproximadamente 60 y 20 individuos se reunieron este sábado en Round Rock y El Paso, respectivamente. Luego, ondeando las banderas de Texas, CATI y Gadsden, entre otras, se unieron a docenas de marchas que se realizaton a lo largo de todo el estado por “el derecho a defendernos y a defender a nuestros seres queridos como mejor nos parezca”.
Michael Keoghin, líder del capítulo de CATI en Midland-Odessa, y presente en El Paso, indica que “Texas está rodeado de estados donde se pueden portar armas modernas y pistolas, pero aquí eso no es posible”.
Orsek, que también es cofundador de CATI, dice que hay tantas de estas marchas cada fin de semana que es difícil llevar la cuenta. Aunque CATI tiene gerentes regionales, cada capítulo tiene bastante autonomía para llevar a cabo sus actividades. Este mes, por ejemplo, el capítulo de Austin realizará una jornada de alimentación de personas en situación de calle mientras sus miembros portan libremente sus armas.
“Hace falta una chispa para encender una llama”, dice Orsek. “Cada semana nos expandimos a nuevos territorios. Estamos haciendo un buen trabajo en El Paso y Round Rock”.
El capítulo de El Paso notificó previamente a la policía local y una pareja de oficiales se acercó para observar, pero ninguno de los eventos presentó conflicto con la autoridad, ya que no se violó ninguna ley.
sin embargo, eventos similares en otras localidades han traído alarma y fuerte presencia policial, lo cual es precisamente la motivación de las marchas: Desmitificar la práctica de llevar abiertamente armas en público. Por ejemplo, la pasada semana llegaron 10 carros de policía a la marcha de Fort Worth, Texas, después de que los llamaran los empleados de un restaurante de la cadena de hamburguesas Jack in the Box que no entendieron el evento y se encerraron en un congelador del local para protegerse.
Con respecto a las causas que permiten esta forma aparentemente arbitraria de control de armas, James Peinado, presidente de Freedom Libertad en El Paso –que produce el podcast El Paso Liberty Hour-, habló con el PanAm Post. Dijo que por encontrarse cerca de la frontera, las entidades del gobierno restrictivas y sus empleados urbanos dominan la región, incluyendo los medios.
Ellos son los que promueven y mantienen las ordenanzas restrictivas hacia las armas, son quienes votan y mantienen al Partido Democráta sano y bien financiado.
Aunque tal vez muchos en el Ejército, la Patrulla Fronteriza y la policía creen en el derecho de la Segunda Enmienda, es posible que no todos lo entiendan sino como algo que está escrito, y que lo vean como algo que puede ser alterado de acuerdo al apoyo político del momento… La idea de que un derecho inalienable no deba ser infringido es algo que está en la mente de muchos, pero no de todos”.
Por otro lado, cree que entre los más pobres “hay muchas personas que han sido maltratadas por las fuerzas del gobierno de una forma u otra, y son escépticos sobre el control de armas. La gente con la que me encuentro y converso en las calles creen en su derecho inalienable a defenderse con un arma”.
Además, si bien pueden haber muchos entusiastas de la Segunda Enmienda en El Paso, “ver a la gente caminando con armas en una calle populosa de El Paso fue un shock para muchos. Uno espera que grupos como CATI y Open Carry Texas puedan con el tiempo acostumbrar a la gente a no alarmarse por la existencia de este derecho, pero apenas hemos comenzado en ese frente y hay mucho trabajo que hacer”.