
En un articulo publicado por el Wall Street Journal, la columnista Mary Anastasia O’Grady realiza una férrea critica a la visita del presidente colombiano Juan Manuel Santos a Washington para su cita con Donald Trump.
El editorial dice que Santos busca la bendición del magnate Trump para la amnistía internacional de la guerrilla narcoterrorista de las FARC.
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O’Grady señala que la visita tiene una razón muy grande, los USD $450 millones para costear el Acuerdo Santos-Farc en Colombia, aun así, cuando el fisco estadounidense no se encuentra muy bien.
Mientras en Colombia, la aprobación del mandatario colombiano es de solo el 19 % menciona “En casi todos los aspectos Colombia está peor que cuando el Sr. Santos tomó el timón en 2010. Las reformas económicas importantes han languidecido, pero el año pasado el Gobierno aumentó bruscamente los impuestos.” Esto como resultado de un escaso crecimiento de dos puntos (2 %) en la economía.
El artículo del diario neoyorquino indica que el presidente Santos ha presidido un boom de la corrupción; “Colombia ha caído 12 puntos en el ranking de corrupción de Transparencia Internacional durante su tiempo en el cargo. Niega saber acerca de donaciones ilegales a su campaña de reelección de 2014 por parte de la constructora brasileña Odebrecht.”
Igualmente señala que Santos ha interpuesto el Acuerdo Santos-Farc por encima de la Constitución del país, sin olvidar el control que ejerce sobre el Congreso para su aprobación e implementación.
La columnista deja en evidencia el ascenso del narcotráfico en el país, en especial la cocaína y dice que desde EE.UU. el plan contra la lucha de narcotráfico ha fracasado, debido al terreno obtenido nuevamente por el grupo guerrillero en producción.
“El plan ha fracasado y envalentonado a las organizaciones criminales andinas a que se benefician de lucrativos negocios de cocaína en Estados Unidos, a ganar poder en las zonas rurales y desestabilizar las democracias.”
Finalmente menciona la columnista del WSJ , “Colombia ya no es el aliado que estaba bajo el mando de Uribe”, y que los “amigos de Santos son Cuba y Venezuela”.
Fuente: The Wall Street Journal