EnglishAún tras las rejas, Leopoldo López ha sido reconocido como el retador más influyente de América Latina por la revista estadounidense Foreign Policy que lanzó este lunes su lista de los 100 pensadores más influyentes de 2014 titulada Un mundo perturbado.
En 10 categorías la revista dividió a las 100 personas o grupos que quedarán en la historia de este año por “cambiar el mundo, tal y como lo conocemos —para bien o para mal”, ya que la revista no solo incluye a líderes políticos, sino también a ecologistas, científicos, artistas, activistas y terroristas, entre otros. “La perturbación, claramente, no es siempre algo malo”, establece la revista del ranking.
En la categoría de los retadores la editorial seleccionó a las 15 personas que sacudieron al mundo y lideraron movimientos en busca de mejores oportunidades para sus países en contra de Gobiernos poderosos. “Aunque sus metas y tácticas puede que no hayan sido universalmente elogiadas, estos pensadores globales fueron infatigables”, sostiene la publicación.
López fue seleccionado por “dar un vuelco a las tácticas de la leal oposición venezolana”. Descrito como la “piedra en el zapato” del Gobierno chavista, llamó en 2014 a protestas masivas bajo el hashtag #LaSalida, en contra de la inflación histórica que acecha a los venezolanos, las altas tasas de crímenes violentos y la escasez.
Dice Foreign Policy del líder de Voluntad Popular: “A pesar de que muchos de los críticos del [presidente de Venezuela Nicolás] Maduro favorecen el diálogo con el Gobierno mientras Venezuela sigue su camino, el acercamiento más combativo de López ha resonado. De acuerdo con recientes encuestas su tasa de aprobación supera el 49%. Eso lo hace —aún tras los barrotes— la figura más popular en la tan maltratada oposición venezolana”.
La lista surge cuando el dirigente opositor cumple nueve meses en prisión, en espera por una sentencia, y en presentación a un juicio que le ha negado cualquier tipo de defensa.
A pesar de que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas pidió la liberación de López, la jueza que entiende en el caso, Susana Barreiros, desestimó esa posibilidad el pasado 13 de noviembre, cuando consideró que la recomendación del organismo internacional era una intromisión a la soberanía venezolana y no era vinculante a los procesos judiciales venezolanos. Esto, a pesar de que el Grupo de Trabajo forma parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que emana de la Asamblea General de esa organización, de la cual Venezuela forma parte, y por medio de la cual consiguió un asiento en el Consejo de Seguridad el pasado 16 de octubre.
Este mismo martes el abogado defensor de Leopoldo López, Roberto Marrero, informó que la defensa introdujo un recurso de apelación sobre la resolución de la ONU ante la Corte de Apelaciones, y afirmó que el Estado venezolano “no tiene otra opción que acatar el dictamen”.
Según indicó un comunicado de la plataforma de López, a juicio de su abogado, el régimen de Maduro está estudiando la manera de acatar la exhortación de la ONU, ya que resulta insostenible mantener al líder preso “cuando se ha determinado la arbitrariedad de su detención, la violación sistemática de sus derechos y se ha reivindicado la lucha encabezada por el líder democrático por parte de la comunidad internacional”, sostuvo.
La vida del activista en prisión
La esposa de López, Lilian Tintori, ha denunciado en las últimas semanas que desde el pasado ocho de octubre no se le ha permitido a la familia visitar al detenido. Ante la arbitrariedad, Tintori ha recalcado que su esposo es un “secuestrado” del régimen de Maduro.
El pasado 16 de noviembre una delegación de la Internacional Socialista intentó en vano visitar al político. Los políticos chilenos José Antonio Viera Gallo y Claudio Herrera, acudieron representación del organismo para conocer “de primera mano” la situación del fundador de Voluntad Popular.
“Nosotros hemos podido constatar, a pesar de que no nos han permitido entrar al recinto penitenciario, la situación de aislamiento en la que se encuentra Leopoldo López y los demás presos”, dijo Viera Gallo a la prensa.
Foreign Policy retrata una América Latina rezagada
Incluyendo a López, nueve de los pensadores globales del ranking son de América Latina, en contraposición a los abrumadores 28 que provienen exclusivamente de América del Norte, los 31 de Europa y 37 de Asia.
Dede México, Luis Videgaray, secretario de Finanzas del Gobierno, fue seleccionado entre el grupo de decisores en el poder, o decision-makers, por “reenergizar” a su país a través de la reforma histórica que permitió, tras 76 años, recibir inversiones extranjeras en el sector energético.
También entre este grupo se encuentran Luis Alamagro y José Mujica, el ministro de exteriores y el presidente de Uruguay, ambos destacados por probar que “siempre hay espacio para los refugiados”. Bajo su Gobierno, recibieron en el país a 42 refugiados sirios e iniciaron un programa para incorporar a más personas de las 3 millones que huyeron del país. Para principios de 2015 tienen planificado recibir a 78 refugiados más.
Ruth Buendía, activista peruana y dirigente de la Central Asháninka del río Ene, tuvo su lugar entre los naturales, o defensores de la naturaleza, “por dejar que el río corra”, dice el portal, en contra de la construcción de represas hidroeléctricas por parte de Perú y Brasil.
Iris Yassmin Barrios, también se ganó un puesto entre los activistas. La jueza que sentenció en mayo de 2013 al exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt (1982-1983) a 80 años de prisión —por genocidio—, fue luego depuesta de su cargo, en abril de este año, por razones políticas.
Gloria Amparo, Maritza Asprilla Cruz y Mery Medina, le dieron un lugar a Colombia en el ranking. Entre los activistas, ellas fueron destacas por su labor en la organización Las Mariposas, que ha ayudado a más de mil mujeres víctimas del conflicto colombiano, o de la violencia sexual, a recuperarse y denunciar a sus agresores, a pesar del acoso de distintos grupos violentos que amenazan su labor del grupo.
Nota del editor: Este artículo fue modificado para corregir el origen de la publicación Foreign Policy.