Este martes 19 de septiembre, cuando México recordaba que hace 34 años fue golpeado por un devastador terremoto superior a los 8 grados, otro fenómeno telúrico golpeó a ese país dejando cuantiosos daños y pérdidas humanas, esto ha sido calificado por muchos como una “fatal casualidad”.
Esto ha sumado desasosiego y nerviosismo entre los mexicanos, especialmente entre aquellos que en el 1985 comenzaron su día con el terremoto que marcó la historia del país azteca y le convirtió en una de las naciones latinoamericanas más especializadas en terremotos y con una ciudadanía consciente y educada para poder reaccionar ante estas situaciones.
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Muchas autoridades no pierden la esperanza de seguir rescatando personas con vida de entre los escombros a pesar del paso de los días, ya que hace 34 años, 13 días después seguían saliendo sobrevivientes de entre el caos. También, al igual que en 1985, la población civil se volcó a aportar su ayuda desde sus posibilidades para hacer menos desgastantes las jornadas de trabajo de autoridades y voluntarios.
Los periodistas en sus jornadas informativas recordaban los sucedido hace poco más de tres décadas y reclamaban que las construcciones afectadas, en su mayoría, no correspondían a los requerimientos antisísmicos que las autoridades exigen especialmente en la Ciudad de México.
Actualmente, las autoridades aún se encuentran coordinando los rescates, las provisiones de víveres que se están donando, los medicamentos e implementos de primera necesidad, albergues, agua, herramientas, pero todo esto no espanta el espíritu del terremoto de 1985.
Fuentes: El Economista, Noticieros Televisa.