Hace una semana se llevó a cabo en Estados Unidos la protesta “Un día sin inmigrantes” que llevó al cierre de negocios en todo el territorio estadounidense, pero también tuvo consecuencias para muchos trabajadores que decidieron participar en las manifestaciones.
Fueron decenas de trabajadores los que indicaron que perdieron sus empleos luego de participar en la protesta que se llevó a cabo el pasado jueves. El boicot apuntaba directamente a manifestarse en contra de los esfuerzos del presidente Donald Trump para intensificar las deportaciones de inmigrantes indocumentados, así como de construir un muro en la frontera que Estados Unidos comparte con México y también en cerrar las puertas de el país norteamericano a muchos viajeros de países de mayoría musulmana.
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Empleados latinos del negocio I Don’t Care Bar and Grill en Tulsa, Oklahoma, dijeron que fueron despedidos por mensaje de texto porque no se presentaron para su turno y no dejaron saber a sus empleadores sobre su ausencia. Los afectados dijeron que esperaban ser reprendidos más no despedidos.
Estos despidos llevaron a que la comunidad emprendiera una serie de manifestaciones: “Si usted tiene 12 personas que se sienten fuertes y quieren trabajar, la dirección de estos negocios debería darles algún tiempo de penalización más no despedirlos” indicó la ciudadana Catherine Bishop. Por su parte el restaurante ya publicó en su página de Facebook que busca empleados para las posiciones que tiene disponibles.
Al respecto, Carmen Guerrero, activista de inmigración indicó que seis personas también fueron despedidas de su trabajo en Bahama Breeze por participar de la protesta. Guerrero indicó que cuando los obreros escucharon de la protesta, decidieron unirse y cuando regresaron a su trabajo el siguiente día fueron notificados de que ya no podían entrar al edificio.
El portavoz de Bahama Breeze, Rich Jeffers, dijo que “nadie fue despedido” por lo que la activista que defendía a los inmigrantes indicó que a todos les fue devuelto su trabajo “para que parezca que nada sucedió”.
También 18 trabajadores de Bradley Coating Inc. fueron despedidos. Los empleados expresaron que informaron a su empleador que participarían en la manifestación; sin embargo cuando regresaron a trabajar se les anunció que habían sido despedidos: “Somos los líderes de nuestro equipo y nuestros supervisores nos informaron la noche del jueves que no podríamos volver a nuestro trabajo ya que habíamos sido despedidos”.
Un abogado de la empresa mencionada dijo que los empleados fueron informados de que “tendrían que presentarse al trabajo o que serían removidos” ya que su trabajo es “sensible de tiempo”. El abogado también aclaró que el despido no tuvo nada que ver con política sino con temas logísticos de personal.
Mientras tanto, Encore Boat Builders LLC, con sede en Lexington, Carolina del Sur, despidió a 21 trabajadores a quienes se les indicó que no participaran en las manifestaciones o se enfrentarían a un despido y al no presentarse estos en su horario habitual el día jueves, la empresa procedió a hacer efectiva su advertencia.
Estas acciones no afectaron solo a trabajadores sino a estudiantes ya que aunque no hay estimaciones de cuantos no asistieron a sus centros educativos el pasado jueves si es ciertos de que sus ausencias no pueden ser excusadas.
“Siento que nuestra comunidad será racialmente hostigada. Es muy molesto que a la gente le guste sacar su rabia contra los inmigrantes, mientras los empleadores están sacando beneficios de ellos” indicó Carmen Solís, ciudadana estadounidense nacida en México.
Fuente: Fox News