Un grupo de cinco exdiplomáticos estadounidenses, con amplia experiencia en asuntos de América Latina, enviaron una carta al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, solicitándole que pueda revocar las órdenes ejecutivas emitidas por el presidente Barack Obama por medio de las que suavizó las sanciones a Cuba. Asimismo, le pidieron a Trump que no permita más colaboración con las fuerzas de seguridad de la isla.
Estos diplomáticos piden al republicano que esta nulación se de en sus primeros 100 días de gobierno: “Las mal concebidas e ilegales órdenes ejecutivas que levantaron restricciones para hacer negocios con el régimen de los Castro” que sean revocadas “tan pronto como sea posible”.
Los firmantes de dicha misiva son Evertett Ellis Briggs, quien fungió como embajador en Panamá y Honduras, además de haber sido asistente especial de George Bush en el Consejo de Seguridad Nacional. En este grupo también se encuentra Elliot Abrams y Otto Reich, ambos exsubsecretarios de Estado para América Latina; por otra parte, el exembajador ante las Naciones Unidas, José S. Sorzano y el exjefe de la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana y alcalde de Coral Gables, James C. Cason.
“Queremos que le eche una mirada nueva a la política hacia Cuba“, señaló Cason respecto a Trump: “Hemos dado demasiado. Que de un paso atrás, lo reconsidere —no para romper completamente la relación, pero ciertamente para no dar nada más—”, indicó.
Por su parte, el presidente electo ha prometido terminar con estas medidas de deshielo si el gobierno de Cuba “no ofrece concesiones”. Al respecto, simpatizantes de Obama temen que Trump cumpla su promesa, especialmente por la deuda política que tiene con los exiliados cubanos que le apoyaron para que llegara a la Presidencia de Estados Unidos.
“Una de las cosas más importantes es cancelar esta cooperación con las agencias de seguridad”, afirmó Reich, quien cree que lo apropiado no es cortar todo, sino evaluar lo que Obama hizo: “Se puede considerar mantener lo que ayude al pueblo de Cuba directamente, pero no lo que envíe dinero al Partido Comunista de Cuba, así como al conglomerado militar Gaesa o a las Fuerzas Armadas”.
En dicho comunicado los exdiplomáticos también critican la actuación de Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA), ya que la embajadora Samantha Power se abstuvo de votar en una resolución que Cuba presenta periódicamente para condenar el embargo. “Es escandaloso”, señaló Sorzano, quien además agregó: “La administración abandonó sus responsabilidades constitucionales de defender las leyes”.
Esta carta fue coordinada por el Centro para una Cuba Libre con el objetivo de “recordarle al presidente electo promesas que hizo a los cubanoamericanos, con la esperanza de que no pase lo mismo que pasó con Obama, que prometió que el foco sería la libertad de Cuba y luego cambió de opinión”, dijo Frank Calzón, director de dicho centro que mantiene una política de línea dura hacia la isla.
Fuente: El Nuevo Herald