EnglishCuando escuchamos acerca de reunir personas que dialogarán sobre temas de sus países, y que encima de eso crearán propuestas, pensamos que son de una misma postura política o ideología, ya que así estamos acostumbrados a trabajar, especialmente si hablamos de activismo social, pero, ¿qué sucede cuando es lo contrario? ¿Cuándo en un mismo salón pueden estar reunidos jóvenes de diferentes países y posturas políticas? Esto es lo que a continuación compartiré.
Asuntos del Sur, organización radicada en Argentina, ha realizado los talleres Mucho Con Poco desde hace ya varios años, y esta vez ha volteado a ver hacia el centro del continente para traer este taller como una propuesta realmente innovadora y productiva para la región, propiciando el diálogo entre jóvenes que superan las limitaciones que los Gobiernos y los protocolos políticos imponen, los cuales frenan el intercambio de ideas y experiencias.
En un ambiente nuevo, en la ciudad de Managua, capital de Nicaragua, nos reunimos personas que sabíamos que teníamos en común el amor por nuestros países, su democracia, las libertades y el desarrollo de políticas públicas claras y beneficiosas para todos.
Una jornada de 48 horas bastaría para hacer un remover de ideas en cada uno de los participantes, personalmente me sacó de mi zona de confort para llevarme donde habían ideas totalmente contrarias a las mías, pero esas eran mínimas en comparación a las semejanzas de intereses que podíamos encontrar, ahondar en temas que muchas veces son marginados por considerárseles exclusivos de ciertas posturas políticas, pero vamos a Mucho Con Poco y descubrimos que no, que en realidad son un problema humano.
Centroamérica es un continente realmente pequeño pero con muchos problemas, los mismos que son muy comunes entre los países, y este fue precisamente otro de los hallazgos, que aunque sea conocido de forma superficial, cuando escuchamos los testimonios de primera mano se forma empatía y se forja el compromiso de echar para adelante todos por igual, porque mi país no estará completamente bien hasta que el del vecino también resuelva sus conflictos: y esto solo se logrará si nos superamos a nosotros mismos y a nuestros gobernantes, demostrando que las ideas no conocen sectarismos y que, como el Director de Asuntos del Sur, Matías Bianchi expresó al inicio del taller, “pretender que todos vamos a pensar igual es un tanto utópico y hasta autoritario”.
Una de las panelistas fue la costarricence Georgeanela Mata, fiscal en la Federación de Estudiantes Universitarios de Centroamérica y el Caribe, y sus impresiones sobre la experiencia de Mucho Con Poco fueron: “cuando se dan este tipo de intercambios se reafirma que en nuestra región son más las similitudes que las diferencias. En principio, deberían proponerse soluciones y no seguir quejándonos”. Además dice: “Empoderar a las personas y actuar, ese es el único camino para progresar. Una sociedad más inclusiva implica escuchar y trabajar hombres y mujeres sin distinción etaria u otra característica”.
Por otra parte, Daniela Moreno, de El Salvador, licenciada en comunicaciones integradas de Marketing, dijo a PanAm Post que: “Mucho con Poco es una plataforma que le permite a jóvenes líderes en la región transformar sus sociedades a partir de sus ideas. Participar de este taller me permito entender que, como dijo Martín Rodríguez, director de Nomada.org, ‘los derechos no caen del cielo, los derechos se conquistan’ y que basta que unos pocos contagien al resto para lograr hacer una diferencia política, social y cultural”.
Moreno también hizo énfasis en que “la única forma de construir es a través del respeto a la institucionalidad de las organizaciones que gestionan y regulan nuestros países. Aprendimos que una causa tiene sentido solo cuando estamos informados de esta, porque de lo contrario, solo es una crítica banal, que debemos compartir antes de imponer; y que la mayor riqueza que podemos generar está en nuestras ideas”.
Los temas a tratar fueron tan variados como los puntos de vista; desde la realidad de las etnias y los afro-descendientes hasta la implementación de la tecnología en el activismo social, desde la violencia y libertad de manifestación hasta cómo se vive el liderazgo en los diferentes países. Sumado a esto, las redes de trabajo que cada participante pudo establecer en este espacio de diálogo fueron muy significativas, para que los frutos de Mucho Con Poco puedan seguir dándose y viéndose en el trabajo fortalecido de cada uno de los que participamos.
No se puede creer que una región no tiene más que dar cuando se reúnen tantos líderes jóvenes apostando por unir ideas para el bien de todos. Queda comprobado que mas allá de las fronteras hay ciudadanos que viven y laten por ver sus países florecer de los retos que enfrentan cada día, y es gracias a espacios como Mucho Con Poco que esto se va haciendo posible. Ahora cada quién ha regresado a sus trincheras, y desde allí seguirá trabajando para que esas ideas se materialicen y tener cada día sociedades viendo que hay mas futuro que pasado.