La Habana, 27 ago (EFE).- El movimiento disidente cubano Damas de Blanco denunció hoy el “hostigamiento” de las autoridades y la detención temporal de 23 de sus integrantes en La Habana y la provincia occidental de Matanzas, tras asistir a la misa dominical en diversas iglesias o a la salida de sus casas.
En Matanzas se produjeron los arrestos de 17 mujeres y de otras seis en La Habana, incluida la líder del grupo opositor, Berta Soler, según refirió ella misma a Efe.
Soler explicó que desde hace más de dos años las autoridades no les permiten llegar a la iglesia habanera de Santa Rita, donde el colectivo acudía a misa semanalmente desde su conformación en el año 2003 y a la salida se manifestaban por la liberación de los presos políticos en la isla.
Ante esa circunstancia, explicó que decidieron asistir a distintas iglesias por separado, aunque muchas veces no pueden llegar porque no logran evadir los operativos policiales como el que se mantiene de jueves a domingo en los alrededores de la sede de las Damas de Blanco en la barriada de Lawton, en la capital.
Soler calificó de “pésima” la situación actual de las Damas de Blanco porque “no nos permite ejercen nuestros derechos de expresión” y aseguró que se mantiene el “hostigamiento” contra sus integrantes.
Además, denunció que cuatro mujeres del grupo están encarceladas, entre ellas Martha Sánchez, condenada a 5 años de prisión el pasado 21 de agosto por presuntos “desorden público, resistencia y atentado” al haber protestado ante un colegio electoral en las elecciones generales celebradas en marzo.
Dijo que, en los casos de Nieves Matamoros y Yolanda Santana, fueron sancionadas a un año de cárcel por el impago de multas y una cuarta detenida se encuentra pendiente de juicio.
Berta Soler (1963, Matanzas, Cuba), es una de las fundadoras del movimiento Damas de Blanco surgido para abogar por la liberación de los 75 disidentes encarcelados en la “Primavera Negra” de 2003, entre los que se encontraba su esposo, Ángel Moya, y todos ellos ya liberados a día de hoy.
Tras el fallecimiento de Laura Pollán en 2011, Soler encabeza el grupo, uno de los más activos de la disidencia interna de la isla.
El Gobierno cubano considera a los disidentes “contrarrevolucionarios” y “mercenarios”.