Una grabación divulgada por el diario brasileño Folha de São Paulo este lunes 23 de mayo viene a poner en entredicho el motivo detrás del juicio político a la presidenta Dilma Rousseff.
El senador del partido gobernante PMDB Romero Jucá, recientemente nombrado Ministro de Planificación por el presidente interino Michel Temer, habría dicho que sacar a Rousseff del poder era la única forma de detener la operación Lava Jato, que lo investiga a él y a varios altos miembros de su partido, por lavado de dinero y soborno.
Según el diario, se trata de varias conversaciones grabadas en secreto en marzo, semanas antes de la votación en el Senado que destituyó temporalmente a Rousseff, entre Jucá y Sergio Machado, expresidente de Transpetro, que es la división de logística de transporte de la petrolera estatal Petrobras, centro del escándalo de corrupción que investiga Lava Jato. Las conversaciones obran en poder de la Fiscalía General de Brasil, según Folha.
Pacto para “detener esta sangría”
Machado habría acudido al senador para que la cúpula del PMDB detuviera el inminente traslado de su caso del Supremo Tribunal Federal al despacho del juez de Curitiba Sergio Moro, quien se ganó fama de incorruptible tras mandar a prisión a varios de los más importantes empresarios y dirigentes políticos del país.
Amenazó veladamente a Jucá que no tendría otra opción más que delatarlo a él y a otros miembros del PMDB si Moro tomara su caso, por lo cual le urgió que fuese montada una “estructura” para protegerlo.
“Ahí se joden todos. ¿Cómo se puede montar una estructura para evitar que yo caiga? Porque si yo caigo…” dijo Machado. “[Estoy preocupado] por mí y por ustedes. Tenemos que encontrar una salida.”
Seguidamente, el ahora ministro habría dicho a Machado que se debía buscar una salida política para parar de una vez “la sangría” de la Lava Jato que supuestamente busca “acabar con la clase política”.
“Tienes que ver con tu abogado cómo podemos ayudarte… Debe ser [a través de] la política, un abogado no encuentra [inaudible]. Si es [un problema] político, ¿cómo es la política? Hay que solucionar esta mierda… Tiene que mudar el Gobierno para poder detener esta sangría,” habría explicado Jucá a Machado.
Machado: Se trata de [lograr] un acuerdo, colocar a Michel [Temer], en un gran pacto nacional.
Jucá: Con el Supremo [Tribunal Federal], con todo.
Machado: Con todo, ahí pararía todo.
Jucá: Sí. Pararía donde está ahora, punto.
En otra conversación, el senador da a entender que conversó con jueces del Supremo Tribunal Federal sobre la posibilidad de no pasar el caso de Machado al juez Moro.
Jucá: [En voz baja] Conversé anoche con algunos ministros del Supremo. Los tipos dicen “sólo hay condiciones [inaudible] sin ella [Rousseff]. Mientras ella esté allí, la prensa la quiere sacar, esa mierda no va a parar nunca”. ¿Entiendes? Entonces… estoy conversando con los generales, comandantes militares. Está todo tranquilo, los tipos dicen que van a garantizar. Están monitoreando al MST [Movimiento Sin Tierra] para que no perturben.
Machado: Me parece lo siguiente. La salida [de Rousseff] es mediante permiso o renuncia. El permiso es más suave. Michel [Temer] entonces arma un Gobierno de unión nacional, hace un gran pacto, protege a Lula, protege a todos. Así este país vuelve a la calma, ya nadie más aguanta.
“No renuncio”
El reportaje de Folha causó un terremoto político en la capital brasileña y se constituye en el primer gran escándalo del Gobierno Temer.
Un senador opositor anunció este lunes que pedirá la casación del mandato de Romero Jucá como legislador. El Partido Socialismo y Libertad pedirá la prisión del ministro.
Por su parte, el líder del Partido de los Trabajadores en la Cámara de Diputados argumentó que las grabaciones revelan que el juicio político es un golpe de Estado.
“De alguna manera, la grabación no sorprende, porque la dimensión conspirativa del golpe era nítida. La novedad es que ahora lo dice él… Ahí hay delitos como obstrucción de la justicia, ataque a la democracia, y comprueba que fueron ellos quienes lideraron el ataque a Petrobras. Claro, ahora es necesario observar el proceso legal y que sea garantizado su derecho a la defensa,” dijo el diputado Alfonso Florence.
Consultado por Folha, el abogado de Jucá afirmó que las conversaciones no tenían nada de ilegal. El propio ministro brindó una conferencia de prensa el lunes a la mañana, donde negó cualquier tipo de interferencia con la investigación Lava Jato. También aseguró que no veía razón para renunciar y que sus diálogos fueron sacados de contexto.
Nunca cometi nem cometerei ação para paralisar as ações da lava jato ou de qualquer outra operação.
— Romero Jucá (@romerojuca) May 23, 2016
Con respecto a su comentario sobre la “sangría”, precisó que se refería a la economía y al desempleo, no al encarcelamiento de políticos. A la TV Globo, el ministro afirmó que el “pacto” se refería a un acuerdo para destrabar la crisis, no para detener cualquier investigación judicial.