EnglishEnglishLas trabajadoras sexuales de todo el mundo se unen y se niegan a ser confinadas a las sombras de la sociedad. En particular, las preocupaciones compartidas respecto a la prohibición y las amenazas a su integridad física las han llevado a coordinar el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra Trabajadoras Sexuales, el jueves 17 de diciembre, con eventos en más de 60 ciudades en todo el mundo.
Diversas organizaciones y simpatizantes unieron esfuerzos para recordar a aquellos trabajadores sexuales que perdieron la vida en 2015, y para renovar su compromiso de defender los derechos de todos los que trabajan en esta actividad. Su emblema es el paraguas rojo, símbolo de la resistencia a la discriminación.
International Day to End Violence Against Sex Workers on Thursday Dec 17th https://t.co/peoWEJXeG1 #IDEVASW #Dec17 pic.twitter.com/tzHzmT6dHM
— Armistead Centre (@ArmisteadCentre) December 14, 2015
Los eventos incluyen conferencias en Seattle, Newark (Estados Unidos), Barcelona (España), Ankara (Turquía); manifestaciones en Vancouver (Canadá), Toulouse (Francia), París (Francia), Austin y San Antonio (Estados Unidos); y vigilias con velas en Minneapolis (Estados Unidos) y en la Gold Coast (Australia), entre otras ciudades.
“No podemos poner fin a la marginación y a la victimización de todos los trabajadores del sexo, sin también luchar contra la transfobia, el racismo, la estigmatización y la criminalización del uso de drogas, y la xenofobia”, explicó un comunicado de prensa del Proyecto de Alcance de las Trabajadoras Sexuales, una ONG con sede en los Estados Unidos.
Los eventos del 17 de diciembre tienen como objetivo sensibilizar a la comunidad con respecto a la prevalencia de la violencia contra las trabajadoras sexuales —violencia que, afirman, se presenta en forma de asaltos, agresiones, violaciones y asesinatos.
El Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Trabajadoras Sexuales se inició en 2003, cuando la Justicia de Estados Unidos condenó a Gary Ridgway, un asesino en serie que mató a más de 70 mujeres en Seattle, en su mayoría prostitutas. El asesino dijo que las mató “porque sabía que podía, que nadie estaría allí buscándolas”.
De acuerdo con el Proyecto de Alcance de las Trabajadoras Sexuales, más de 160 prostitutas fueron asesinadas en 2015 —por lo menos 48 en los Estados Unidos, 39 en América Latina y el Caribe y 31 en África. Añaden que las trabajadoras sexuales maltratadas también experimentan barreras para acceder a los tribunales de la justicia penal.
“Las trabajadoras sexuales tienen una probabilidad del 45-75 por ciento de sufrir violencia sexual en algún momento de sus carreras y una chance de 32 a 55 por ciento de sufrir violencia sexual en un año dado”, destacaron. Además, el 65 por ciento de las personas transexuales asesinadas en todo el mundo son trabajadoras sexuales, especificó Transgender Europa, una ONG que trabaja por la igualdad de todas las personas trans en Europa.
En cuanto a que las trabajadores sexuales son especialmente vulnerables a la violencia policial y estatal, RedTraSex dijo que “en el Caribe y América Latina, las trabajadoras sexuales a menudo son detenidas arbitrariamente por la policía, y la policía a menudo las extorsiona pidiéndoles dinero o sexo en sus interacciones con ellas”.
“A nivel mundial, las trabajadoras sexuales hacen un llamado a los legisladores para que estos hagan frente a las condiciones que permiten que tales actos horribles de violencia continúen sin cesar, e insisten en la inclusión de las trabajadoras sexuales en la creación de nuevas políticas que protejan a nuestras distintas comunidades”, dijo Savannah Sly, presidente de la junta de directores de la organización Proyecto de Alcance de las Trabajadoras Sexuales.
Además del hecho de que las trabajadoras sexuales se unan en pos de protegerse unas a otras, Sly sostuvo: “ahora necesitamos la solidaridad de la comunidad mundial”.
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El caso canadiense
Hace aproximadamente dos años, las trabajadoras sexuales canadienses celebraron la decisión del Tribunal Supremo (en el caso de Bedford versus Canadá) que anuló tres leyes de prostitución declarándolas inconstitucionales. También el tribunal estableció que esas leyes eran peligrosas para la seguridad de los trabajadores sexuales.
A pesar de eso, hace sólo un año, el Gobierno federal canadiense estableció una nueva serie de leyes penales bajo el nombre de Acta para la Protección de las Comunidades y Personas Explotadas (anteriormente proyecto de Ley C-36), que era contraria al espíritu de la decisión del Tribunal Supremo.
“Desde la implementación de estas leyes, las trabajadoras sexuales han informado un aumento de estrés, miedo, y un antagonismo con la policía. Las leyes impulsan a las trabajadoras sexuales a trabajar solas, a que sean menos visibles, y a renunciar a mecanismos de protección”, explica un comunicado de prensa de la Alianza Canadiense para la Reforma de la Ley del Trabajo Sexual.
“El desplazamiento de las trabajadoras sexuales de la calle dado por la criminalización de los clientes no hace que el trabajo sexual desaparezca; sólo nos hace blancos más fáciles para los depredadores violentos”, añadieron.
Los defensores de esta profesión en Canadá buscarán dirigir este 17 de diciembre su mensaje a los políticos para que pongan fin a esa legislación.
Con la contribución de Fergus Hodgson.