English“Con o sin Embajada de Estados Unidos, el Gobierno cubano va a seguir haciendo lo que quiera”. Las palabras de Berta Soler, líder del grupo de activistas democráticas Damas de Blanco, han sido repetidas por disidentes en la isla y en el extranjero.
Como ella y otros han documentado, la bandera de Cuba puede flamear sobre la embajada en Washington D.C., pero el régimen continúa con su política de mano dura y los arrestos contra defensores de derechos humanos no cesa.
Hizo llegar sus advertencias antes de esta mañana del 20 de julio, cuando Estados Unidos y Cuba reanudaron sus relaciones diplomáticas con la apertura de la embajada cubana en la capital estadounidense. El séquito de invitados cubanos incluyó al ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, activistas pro Castro, artistas, y veteranos de la Revolución, que celebraron y cantaron el himno nacional de Cuba.
Cerca de la embajada retumbaban los cánticos de los defensores del Gobierno cubano quienes entonaban “Alerta, alerta, aquel que camine, el ejército de Cuba por América Latina” o “Viva Cuba, Viva Raúl”.
Rosa María Payá, hija de un disidente político probablemente asesinado por los Castro, no obstante dijo que la bandera cubana “representa al pueblo cubano, pero la gente dentro de la embajada no representa a nadie. Nadie los ha elegido”.
En los días previos, el general Raúl Castro dijo a los cubanos en un discurso por televisión estatal que la nueva etapa que estaba por comenzar sería “ larga y compleja, en el camino hacia la normalización de las relaciones”.
Lo que quiso decir el jefe del Partido Comunista aún queda por verse, ya que sus agentes han arrestado a docenas de activistas este domingo 19 de julio, pocas horas antes de que comience la ceremonia diplomática.
Daniel Ferrer, coordinador de la Unión Patriótica Cubana, confirmó al PanAm Post que más de 70 activistas, incluso mujeres, fueron detenidos el domingo. La policía cubana ha estado llevando a cabo estas operaciones durante 14 domingos consecutivos, ya sea antes o después de la tradicional misa en la iglesia de Santa Rita en la capital.
“La mayoría de los arrestos fueron en La Habana e incluyeron a disidentes políticos como Berta Soler, Antonio Rodiles, Ángel Moya y Jorge Luis ‘Antunez’ García”, explicó Ferrer, quien agregó que hubo otros arrestos en la provincia de Guantánamo.
Antes de los arrestos, los activistas se encontraban marchando por la Quinta Avenida en La Habana, y pretendían unirse al rockero Gorki Águila en el Parque Gandhi. Águila estaba entre la multitud, junto a Ángel Santiesteban, un preso político liberado recientemente luego de pasar dos años tras las rejas.
“Estoy advertido que si me detienen me van a revocar la sanción [y me van a enviar de nuevo a la cárcel] pero tengo que estar aquí hoy para poner mi granito de arena en el respeto a los derechos y la libertad del resto de encarcelados”, explicó Santiesteban.
Ferrer destacó que la represión continúa, como cualquier otro domingo: “Durante los días de semana, los cubanos somos testigos de este tipo de arrestos, que demuestran la política de los hermanos Castro, para suprimir todo tipo de activismo pacífico y violar derechos humanos”.
Durante la semana pasada, el régimen cubano detuvo al menos a 120 disidentes. Además, un reciente informe del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos en la Universidad de Miami documenta que agentes cubanos realizaron —solo entre abril y junio de este año— más de 2.000 arrestos por razones puramente políticas.
Sobre la apertura de la embajada de Estados Unidos en Cuba, el secretario de Estado John Kerry viajará a La Habana el 14 de agosto para izar la bandera en la isla. Será la primera vez desde 1945 que un secretario de Estado de EE.UU. visita Cuba.
Reclamos por el embargo
El dictador Castro le exigió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como parte de la normalización de relaciones, levantar el embargo económico que pesa sobre Cuba desde 1962.
“Esperamos que Obama continúe usando sus facultades ejecutivas para desmantelar aspectos de esta política, que causa daños y privaciones a nuestro pueblo”, dijo Castro el pasado miércoles durante una sesión del parlamento cubano, al cual la prensa extranjera no tuvo acceso.
Obama ya ha solicitado al Congreso la flexibilización del embargo, pero se ha enfrentado a la férrea oposición de cubanos como el senador Republicano Marco Rubio, de Florida, y la diputada Ileana Ros-Lehtinen, también Republicana de Florida.
Ana Rosa Quintana, analista de políticas sobre América Latina de la Fundación Heritage e hija de cubanos exiliados, se niega a reconocer la embajada. “El único embargo que necesita levantarse es el del Gobierno contra el pueblo cubano”.