EnglishHoy la Argentina amaneció desierta por una huelga nacional que arrancó a las 00 horas y terminará a la medianoche. La huelga afecta 40 puntos del país, y ha interrumpido las líneas de transporte y los comercios. ¿El motivo? Exigen ajustes de paritarias por la inflación, aumento para los jubilados y reclaman por la inseguridad que reina en el país.

Los gremios opositores al gobierno que han convocado el paro general son el grupo “Azul y Blanco” de la Confederación Argentina del Trabajo (CGT), la facción disidente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Unión Tranviaria Automotor —uno de los sindicatos que representa al metro y a los colectiveros.
Apelando su derecho a huelga, asociaciones socialistas bloquean ahora varios accesos a la Capital Federal y a otros principales centros urbanos del país. Las provincias afectadas son Neuquén, Jujuy, Córdoba, Mendoza, Salta Cipolletti y Rosario. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia homónima habrán 14 piquetes.
Sin embargo, Luis Barrionuevo, de la CGT y uno de los principales promotores del paro, tomó distancia de esta última modalidad de protesta, y advirtió que el piquete y el bloquear la circulación en las calles no tiene nada que ver con el paro. “La izquierda se ha plegado al paro convocado por el campo, la CTA, la FUA [Federación Universitaria Argentina], la CGT. Ellos han adherido a su manera. Nosotros no estamos de acuerdo con estos piquetes, lo hemos hablado”.
Para Facundo Moyano, diputado nacional e hijo de Hugo Moyano líder de la CGT disidente y otro protagonista de la organización del paro, “se llega al paro por la falta de respuesta a los reclamos. El nivel salarial desde el 2011 comenzó a disminuir”. Por su parte, el sindicalista Gerónimo Momo Venegas de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) también justificó las causas del paro nacional y acusó hoy a la mañana al gobierno de “fabricar billetes en vez de permitir la producción de bienes” alegando que “el estado se lleva el 75% de la renta del campo”.

Según Luis Barrionuevo, de la CGT, “hay un alto acatamiento al paro”, en declaraciones a Radio Mitre. También agregó que hoy parecería ser feriado en la ciudad capital. Esto se debe al acatamiento al paro del sindicato de los colectiveros, trenes y metro.
Para el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, declaró esta mañana en conferencia de prensa que los organizadores “Pretenden sitiar los grandes centros urbanos con un gran piquete nacional y un paro de transporte”.

¿Qué no está funcionando hoy en Argentina?
Colectivos del área metropolitana, trenes, subtes —conocido así a los metros en este país—, hospitales —solo dan servicio las guardias de emergencia—, escuelas, estaciones de servicio de gasolina, ningún vuelo doméstico —muy pocos internacionales—, el puerto, la recolección de basura, algunos trámites bancarios y trámites judiciales.
El gremio de los taxistas si bien no se adhirió oficialmente al paro, el 90% de ellos no salió a la calle hoy por posibles actos de vandalismo hacia ellos por trabajar en este día, según dio a entender en su Twitter el Secretario General de la Federación Argentina de Conductores de Taxis, Jose Ibarra.
Están abiertos los supermercados y aquellos negocios que lograron que sus empleados llegaran al lugar de trabajo. No obstante, muchos negocios decidieron cerrar hoy sus puertas porque sus empleados no tenían forma de llegar. Otras empresas han permitido que sus empleados trabajen desde su casa o directamente, y si eso resultaba imposible, le otorgan el día libre. A pesar de no haber servicios de transporte públicos, muchos argentinos han optado por llegar a sus puestos de trabajo en bicicletas, compartir el auto o caminar.
El problema de fondo
Ante este huelga general, la Presidente de Argentina, Cristina Fernández, solo comentó “todos tienen derecho a hacer huelga y eso está muy bien”. Sin embargo, las razones aparentes que motivaron a una gran parte de la población a detener el funcionamiento del país permanecen intactas.
Para Germán Gegenschatz, abogado y estudioso del problema sindical en Argentina, el paro nacional surge cuando hay problemas de fondo en la economía. Dijo en declaraciones al programa RealPolitik de FM Identidad que “cuando hay bonanza, las cosas se manifiestan pacíficamente y de manera más orgánica. En las economías desarrolladas, los paros generales y la violencia no están presentes”.
Para él, una de las razones principales de paro es el reclamo por una mejora salarial para los jubilados y pensionados del 82% móvil y esto surge porque hay nulo diálogo con el gobierno nacional; no existen canales activos de comunicación con la Casa Rosada.
Carlos Maslatón, abogado, periodista y analista financiero, justificó el paro porque esto es, según él, claramente una lucha política. Para Maslatón, “la verdadera lucha política es cuando paralizas el país”. En el mismo programa radial, el abogado identificó la pérdida de salario real, de calidad de vida, y el debilitamiento del poder adquisitivo como las causas de este paro. “La variable de ajuste es el salario”, concluyó.
El economista argentino Juan Luis Espert analiza la situación argentina: “La evasión anda por el 33%, la presión impositiva sobre los que están en blanco ronda el 50% del PBI (la mitad del año trabajando para el Estado), cifra similar a la de muchos países de la OCDE (ricos) con 3 y 4 veces nuestro ingreso per cápita. Un absurdo total porque lo que se lleva el Estado del esfuerzo privado vía impuestos debería tener relación con el nivel de ingreso que generan esos privados, independientemente de la calidad del gasto publico”.
Para Iván Carrino, analista económico, “si suben los precios, el Estado ordenador del caos social se sentará a la mesa a ‘acordar’ algún congelamiento. Si vuelven a subir, al Estado ordenador no le quedará otra que sancionar a los poderosos especuladores. Para los que creen en el relato intervencionista, la narración siempre es coherente. Y también lo será cuando aparezca su inevitable derrotero: el control de todas las actividades económicas”.
Según el último Índice de medición de precio de privados, la inflación de marzo fue de 2,31% y el alza acumulada en un año da un 19,3%.