La Araucanía desde hace mucho tiene problemas de distinta índole, pero uno de los más recurrentes es la difícil convivencia entre ciertos grupos de mapuches y agricultores de la zona.
El último incidente fue parcialmente grabado y viralizado y ocurrió este domingo, pasadas las 11 horas, a orillas del lago Calafquén, Región de La Araucanía. Allí, integrantes de la comunidad mapuche Leufu Challupén, de la zona balneario de Villarrica, denunciaron a Carabineros haber sido amenazados con un arma de fuego durante una ceremonia indígena por el agricultor de Licán Ray, Luis Gómez Guittermann.
Herber Katrilef es el lonko de la entidad y dijo: “estábamos realizando una ceremonia cuando llegó un particular, que vive en el sector y con quien tenemos un conflicto, porque él mantiene una usurpación del lecho del río que nosotros estamos defendiendo”.
Otro dirigente mapuche agregó que “este lugar es una propiedad fiscal y todos tenemos derecho a ocuparla”.
La denuncia, sin embargo, es cruzada, porque Gómez Guittermann aseguró a la policía que un grupo de personas (los comuneros mapuches) ingresó en su propiedad e hizo destrozos, por lo cual él se defendió con un arma legalmente inscrita.
La versión del parcelero, no es igual a la planteada por Katrilef. Luis Gómez Guittermann, de 75 años, reside en el lote 122 del sector y aseguró que “lo sucedido es el corolario de una serie de problemas”.
Relató que vive en ese sector desde hace 35 años y que sus documentos de título de dominio indican que ese sector del río queda dentro de su propiedad.
“Lo que ocurre es que hay un grupo de mapuches en las cercanías que quiere usurpar estas tierras. Me han sacado árboles, cercos, he hecho denuncias a los tribunales y no pasa nada. Ayer (domingo) los aprecié dentro de mi terreno y este señor Ankalef, que tiene prohibición de la Corte de Apelaciones de Temuco de ingresar a mi predio, organizó la ceremonia solo para provocarme”, explicó.
Respecto del incidente con la pistola, Gómez precisó que “Si 25 personas se me abalanzan y veo mi vida en peligro retrocediendo y me caigo, estoy obligado a disparar”.
Siempre existirá esa discusión sobre la legítima defensa y para ser justos con la ley chilena, las costas son libre, pero su acceso, a menos que sea por embarcación o nadando hacia ella, es privado. En este sentido, las pruebas de ambos lados tendrán que ser analizadas para determinar si realmente hubo o no traspaso de propiedad privada.
El punto de análisis no es el detalle de este incidente en particular, sino del principio que hay detrás.
Tenemos un grupo étnico particular que bajo ciertos liderazgos dice desconocer la soberanía del Estado de Chile sobre ellos, y el Lonko en cuestión, Heber Ankalef, es uno de ellos, un promotor de la consigna “Araucanía libre de Estado de Chile” siempre con el estandarte de los DD.HH de hace 5 generaciones que fueron reprimidos y movidos de sus tierras por algún europeo a punta de arcabuz.
Se trata de desconocer que la historia tiene un hilo hacia adelante y que lamentablemente para ciertos grupos, un lado prevaleció y así lo vemos a lo largo de la historia mundial en la asunción y caída de múltiples imperios, incluyendo grandes civilizaciones de las cuales apenas nos quedan vestigios arqueológicos.
En Chile hoy no hay ningún plan de exterminio para ninguna minoría pues es un Estado de Derecho, entonces la violencia no se justifica. Creer que en plena democracia con equilibrio de poderes, la violencia es justificable, termina por desacreditar a Chile y luego vemos parlamentarios visitando asesinos prófugos en el extranjero y validando sus asilos políticos en desmedro de la justicia.
Ankalef y sus comuneros pares, insisten en que no importa cuántas generaciones pasen, ellos seguirán buscando su desprendimiento del Estado de Chile. Desconocen el derecho de propiedad que tiene el agricultor sobre su predio, derecho adquirido bajo la jurisdicción del Estado de Chile, pero utilizan la misma para alegar la pertinencia de su paso por dichas costas.
Lo interesante es que miembros del grupo que él lideraba a esta supuesta ceremonia ritual, utilizaron el argumento de que las playas son fiscales por lo tanto son de libre circulación. Se supone que no consideran válida la imposición jurídica del Estado de Chile, pero he aquí que lo utilizan a conveniencia para generar adherencia social a sus causas y en ese acto están reconociendo la existencia y autoridad del Estado.
Es que mientras este sirva para obtener beneficios, réditos, publicidad incluso, entonces apelarán a la jurisdicción chilena mientras el resto de los días muchos de ellos se dedicarán a pisotearla poniendo en peligro la vida de agricultores con sus familias y a ellos mismos.
El mensaje es claro, el Estado de Chile será utilizado cuando convenga y cuando no, se pisotearán sus leyes y su derecho. Esto no puede tener respuestas tibias o políticamente correctas. Cualquier acto que ponga en peligro la integridad institucional del país y los derechos de sus ciudadanos, debe ser juzgado como tal. La Constitución del país no está para ser abrazada cuando nos convenga y queramos o habría caos.
Chile es un país libre, que no pisotea minorías a discreción y con suficientes beneficios para minorías étnicas, pero debe modificar ciertas disposiciones para que las etnias efectivamente sean libres. Las soluciones que ellos han manifestado querer no tienen relación con la mayor o menor posesión de tierras, aunque así lo expresen azuzados por líderes que buscan el caos, sino que quieren dejar de ser pobres y eso se logrará cuando el Estado de Chile los trate de verdad como ciudadanos iguales que no necesitan un permiso paternalista para ejercer la libertad económica.
Cuando dejen de colectivizarlos y los consideremos como individuos igual que a cualquier chileno que toma decisiones y asume la consecuencia de ellas. Quien quiera vivir a la usanza mapuche, bien puede hacerlo y no será interrumpido, pero quien desee integrarse plenamente, debería tener la libertad de hacerlo sin las represalias que vemos hoy gracias a una tibia política del gobierno frente al terrorismo.
Se trata de individuos no de manadas y cuando se entienda eso y se los confronte con sus elecciones, muchos saldrán de la pobreza y progresarían libremente y otros seguirán eligiendo la violencia, pero ya no habría impunidad.