Según informa la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), a través de su reporte Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe presentado el día de ayer (ver reporte al final del artículo), los países esta región crecieron un 2,6 % durante el transcurso del 2013, cifra que se ubica por debajo del 3%, que habría sido previsto en el mes de julio. El informe también realiza proyecciones acerca de su crecimiento en el 2014, ubicándolo en un 3,2%.
En su análisis, la CEPAL proyecta que el desempeño económico de América Latina será más alto en 2014 debido a un mercado internacional con características más favorables de las actuales. Para el indicador de crecimiento, el organismo considera como fundamentales factores como el dinamismo de la demanda externa, la volatilidad financiera internacional y la estabilidad o inestabilidad en el consumo. De este modo, se espera que en 2014, se desarrolle un mejor entorno internacional que permita aumentar las exportaciones.
En cuanto a los países involucrados en el informe, la CEPAL afirma que en la región, el crecimiento estuvo liderado por Paraguay, seguido por Panamá, Bolivia y Perú. Los últimos en la lista son Argentina y Chile. En la proyección para 2014, el crecimiento regional estaría encabezado por Panamá, seguido de Bolivia y Perú. Los países de la región con menor crecimiento serían Venezuela, Argentina y Brasil.
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El estudio estima que durante el próximo año el consumo privado continuará con un leve crecimiento; y seguirá vigente el desafío de lograr una mayor inversión en la región. También se espera la persistencia de fenómenos como la volatilidad financiera y la aparición de nuevos y diversos retos para las políticas macro-económicas.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, asistió a la presentación del informe y afirmó que “el escenario de la economía mundial en 2014 le plantea a América Latina y el Caribe oportunidades y amenazas”. Además, habló sobre el contexto internacional en el que se inserta este estudio, “entre las oportunidades vemos un aumento en el comercio internacional y la posibilidad de aprovechar las depreciaciones cambiarias para asegurar cambios sostenidos de los precios relativos”.
En relación a lo ocurrido en 2013 en el ámbito económico, el organismo señaló factores positivos y negativos. En América Latina se presenció un aumento de la inversión y las tasas de desempleo no incrementaron; mientras que por otro lado, hubo una reducción del consumo vinculada a la desaceleración de la masa salarial y del crédito.
La inflación resulta un factor contrastante en diversos países analizados; sin embargo en la mayor parte de ellos rondó a números cercanos al 5%. El déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos pasó del 1,8 % de 2012 al 2,5 % del PIB este año, como efecto vinculado al deterioro sostenido de los términos de intercambio en la región.
De acuerdo a los resultados esbozados en el informe, el desafío más importante para los gobiernos latinoamericanos será durante 2014 recrear nuevos acuerdos que logren fomentar la inversión, llevando a mayores niveles de productividad y crecimiento.