EnglishEl sicario favorito de Pablo Escobar fue liberado de la cárcel luego de cumplir solo 22 de los 30 años a los que había sido sentenciado. Jhon Jairo Velásquez, conocido por su seudónimo Popeye, quedó en libertad el último martes, y por los próximos 52 meses estará en libertad condicional.
Una fuerte custodia policial lo escoltó al momento de abandonar el complejo penitenciario, una señal de los riesgos que se cree que deberá afrontar en su vida extramuros. Como condición de su libertad condicional, el asesino a sueldo tendrá sus movimientos limitados; no podrá salir del territorio colombiano y deberá reportarse regularmente a las autoridades.
Velásquez, uno de los pocos sobrevivientes de la guerra contra las drogas colombiana de la década de 1990, fue uno de los lugartenientes más confiables de Escobar durante la campaña del terror de El Patrón. Popeye se unió a las filas del cártel de Medellín de Escobar antes de cumplir los 18 años. Fue condenado a prisión por el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, el único por el cual recibió una condena.
Popeye reconoció haber asesinado a 300 personas y también afirmó estar involucrado en la muerte de por lo menos 3.000 personas durante las décadas de 1980 y 1990. Incluso asesinó a su propia novia por pedido de su capo. En una entrevista realizada el año pasado, Popeye dijo que recibió las ordenes de Escobar luego que se enterara de que ella había intentado convertirse en informante del Gobierno estadounidense. Describió su asesinato como uno de los episodios más dolorosos en su vida.
A pesar de su crímenes, Velásquez fue beneficiado por el Gobierno colombiano después de aportar evidencia contra el exministro de Justicia Alberto Santofimio, quien había ordenado el asesinato de su rival político Luis Carlos Galán. Santofimio, un estrecho colaborador de Escobar, está cumpliendo una condena de 24 años por su participación en el asesinato del candidato.
Galán fue un político colombiano destacado por su lucha contra los cárteles en los 90. Durante su campaña presidencial, Colombia había alcanzado el auge en las dos décadas de lucha contra la violencia del narcotráfico, y Galán era un gran favorito para ganar la elección. En un desesperado intento para evitar ser extraditado a Estados Unidos, Escobar ordenó numerosos asesinatos, incluyendo a jueces, ministros de gabinete y periodistas. Hasta hizo estallar un avión comercial de Avianca, creyendo que el heredero político de Galán, el entonces presidente César Gaviria, se encontraba a bordo.
Emociones encontradas
Los familiares de varias de sus víctimas, al igual que varios expertos en leyes en toda Colombia, se sorprendieron cuando se enteraron de la liberación anticipada de Velásquez.
“Es realmente triste que un asesino que cometió tantos homicidios sea sentenciado por un solo asesinato”, dijo el general Carlos Mena, jefe de la Polícia de Tránsito y Transporte. A comienzos de la década de 1990, Mena, como joven agente de policía, colaboró con las autoridades estadounidenses en la caza de Escobar, a quién la policía finalmente localizó y mató en 1993.
En @CMILANOTICIA nuestra preocupación como víctimas de Escobar, que se vaya con Popeye la verdad del avión de Avianca pic.twitter.com/3O6UXJOziG
— Colombia con Memoria (@fccmemoria) August 26, 2014
“Me parece que no es tiempo [de que salga de la cárcel]”, dijo Francisco Arellano, presidente de la fundación Colombia con Memoria, un grupo de apoyo para las víctimas de Escobar.
“Pero no porque como víctimas creamos que ha pasado poco tiempo, sino porque él todavía tiene una condena pendiente. Y cuando uno tiene una condena pendiente no debería estar libre”, aclaró.
Por otro lado, el senador Juan Manuel Galán, hijo del asesinado Luis Carlos Galán, dijo que no tiene problemas con la liberación de Velásquez. “Fue sentenciado por el asesinato de mi padre. Él nos dijo la verdad y nos pidió perdón. En mi caso, lo perdono”.
En la misma linea, el senador Armando Benedetti declaró que Velásquez fue liberado por su buena conducta en la prisión, como hubiese sucedido con cualquier otro preso, y que su liberación se encontraba amparada por la ley.
“El debate sobre su liberación tiene que centrarse en el hecho de que en Colombia, respetamos el Estado de derecho, y nos regimos por la Constitución, incluso en aquellos casos en los que estamos en desacuerdo con las consecuencias de algunas decisiones”, dijo Benedetti.
La guerra contra las drogas es fútil
Durante una entrevista realizada el año pasado, Popeye señaló que la guerra contra las drogas era imposible ganar, porque siempre habrá gente como él:
Popeye: “No sé lo que tienen que hacer, tal vez vender cocaína en las farmacias. Llevo 20 años en prisión, pero puedo decirte que nunca ganarán una guerra en la que hay tanto dinero involucrado. Nunca”.
“No se puede detener a a gente como yo. Es una guerra”, le dijo a Jochen-Martin Gutsch y a Juan Moreno de la publicación alemana Der Spiegel.
“Ellos pierden hombres y nosotros perdemos hombres; ellos pierden sus escrúpulos y nosotros nunca los tuvimos. Terminas explotando un avión porque crees que el presidente de Colombia viaja a bordo. No sé lo que tienen que hacer, tal vez vender cocaína en las farmacias. Llevo 20 años en prisión, pero puedo decirte que nunca ganarán una guerra en la que hay tanto dinero involucrado. Nunca”, añadió.
La vida en prisión
Velásquez aprovechó su tiempo tras las rejas para obtener varios títulos académicos y buscó el perdón de sus víctimas.
En una serie de entrevistas adelantando su liberación anticipada, Velásquez le comentó a los periodistas que existe un 80% de probabilidades de ser asesinado por algunos de sus antiguos rivales cuando salga en libertad. Bajo el acecho de la amenaza de ser asesinado, dijo que estaba pensando en reubicarse en el exterior. También sostuvo que le gustaría venderle Hollywood los derechos de la autobiografía que escribió relatando su vida al lado de El Patrón.
Aún ahora, aunque Velásquez se muestra arrepentido por sus crímenes, continúa admirando a su exjefe. En declaraciones al periódico colombiano El Tiempo, dijo que “si Pablo Escobar pudiese renacer, estaría a su lado sin pensarlo”.