La Real Academia Española indica que el “travestismo” es el “uso de prendas del sexo contrario”. Sin embargo, la autoridad de la lengua española tiene otra acepción para el término: “la ocultación de la verdadera apariencia de alguien o algo”. Justamente, lo que describe a la perfección las marchas contra el gobierno de Javier Milei.
En los paros sindicales, mientras se sale a manifestarse con la supuesta representación de “los trabajadores”, lo que se ve en las calles son el despliegue del rancio aparato político corporativo de Argentina. Esta tarde, esas mismas corporaciones salieron a la calle con otro ropaje y otro espacio corporativo: el que lucra con la educación pública. En esta oportunidad, se marchó en defensa de las universidades y se protestó contra un fantasma imaginario: el de la amenaza de un gobierno que jamás pretendió cerrarlas, intervenirlas o bajarles el presupuesto.
Este travestismo tiene una necesidad muy concreta. Como la oposición está acéfala y carece de propuesta concreta, son necesarias estas causas ficticias para protestar contra un gobierno que recién inicia su gestión, pero pretenden desgastar y voltear a cualquier precio.
Por si alguien tenía alguna duda sobre las verdaderas intenciones de la convocatoria, basta repasar la intervención de Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo. Al tomar el micrófono la vocera de la agrupación kirchnerista dijo que se trataba de una marcha política pero no partidaria. Segundos después sucumbió ante un sincericidio y aseguró que aunque perdieron las elecciones, no los han vencido.
Por si no fuera todo demasiado explícito, el que la secundó en la palabra fue Adolfo Pérez Esquivel. El falso referente de los “derechos humanos” denunció que Milei pretende hacer de Argentina “una colonia de Israel”. En el público, muchos asistentes con banderas palestinas aplaudían efusivamente.
Más claro, imposible.
MARCHA UNIVERSITARIA | Taty Almeida: "La lucha no termina hoy. Si bien perdimos una elección, no nos han vencido" https://t.co/2JLP7R4gg0 pic.twitter.com/mW5aHuy6ZM
— TN – Todo Noticias (@todonoticias) April 23, 2024
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Aunque el presidente argentino repitió históricamente que nada es “gratis” y que es necesario reducir el tamaño del Estado, jamás propuso eliminar las universidades públicas. Los que convocan a estas manifestaciones, y que sí se financian con las cajas negras de estas instituciones, cometen un error al apelar a la mentira. Cuando convocan a manifestarse en contra de un gobierno que supuestamente pretende cerrar las universidades, cuando la gran mayoría del electorado (desideologizada y verdaderamente apartidaria) corrobora que no existe ninguna política en ese sentido, los que quedan en off side son los mentirosos.
En todo caso, lo que sí es pertinente es una auditoría exhaustiva del gasto de todas las dependencias públicas, no solamente de las universidades. En las últimas elecciones se señaló en varias oportunidades la relación entre los fondos que reciben instituciones como la Universidad de Buenos Aires y las campañas políticas de dirigentes como el senador Martín Lousteau. Como era de esperar, todos estos referentes de la política tradicional desvían el foco de la discusión, con estas falsas acusaciones, como que Milei pretende “cerrar la UBA”.
Sin embargo, la opinión pública comprende bien de que se tratan estas marchas y que intenciones tienen.
periodista : que vendes?
laburante : pañuelos de aguante la universidad
-y bancas la marcha?
-Ni ahí, yo vengo a hacer plata noma, si e todo una mentira esto 😎
Tenes que cerrar todos los estadios 🚬🚬🚬 pic.twitter.com/pUqC4XaJAP
— ElBuni (@therealbuni) April 23, 2024