
Este 12 de febrero se cumplieron dos años del inicio de las protestas masivas en Venezuela que se extendieron por cuatro meses, las cuales dejaron como consecuencia 43 asesinatos y la detención de miles de disidentes, entre ellos, el líder opositor Leopoldo López, condenado a 13 años de cárcel el año pasado por estos hechos, en un juicio calificado de farsa por abogados venezolanos e internacionales.
Las manifestaciones del 12 de febrero de 2014 fueron convocadas por el partido Voluntad Popular, encabezado por López, y apoyadas por María Corina Machado y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, para exigir la salida de la crisis económica que vive ese país, la cual ha desencadenado la inflación más alta del mundo y niveles históricos de escasez y desabastecimiento.
En dichas protestas se efectuaron dos asesinatos que se convirtieron en la motivación de miles de venezolanos para salir a las calles a exigir su esclarecimiento; con ellos se inició el período de manifestaciones que arrojó un saldo de más de 800 personas heridas y 3.000 detenidos por distintos cuerpos de seguridad del Estado.
El Gobierno venezolano le atribuyó la responsabilidad de dichos hechos a Leopoldo López, y dejando de lado las agresiones de los funcionarios de la Guardia Nacional, la Policía Nacional Bolivariana y los grupos armados a favor del régimen en contra de los manifestantes.
De acuerdo con la información oficial del Ministerio Público, 21 funcionarios de distintos cuerpos de seguridad fueron aprehendidos por hechos irregulares relacionados con las manifestaciones. Entre los detenidos hay un grupo de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y dos escoltas del entonces ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, señalados de haber disparado contra los manifestantes, y de matar a Bassil Dacosta quien fue el primero en fallecer por balas oficiales.
Los venezolanos también recordaron a Juan Montoya, un partidario del Gobierno quien encabezó la lista de los asesinatos; de acuerdo con las investigaciones, el homicida de “Juancho” resultó ser uno de sus propios compañeros de los llamados “colectivos”, grupos paramilitares que apoyan al Gobierno de Maduro.
Jorge Tricás, analista político y profesor de la cátedra Sociología Política de la Universidad Católica Andrés Bellos, dijo a PanAm Post que la iniciativa liderada por Leopoldo López dejó como consecuencia un cambio en el rumbo político en el país, pues considera que sin los hechos del 12F no se hubiese logrado la victoria opositora en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
En su análisis, el especialista recordó que en esa oportunidad Venezuela venía de celebrar unas elecciones presidenciales en las que la oposición perdió de manera dudosa por 230.000 votos; a raíz de esto, quien era el líder indiscutible, Henrique Capriles, había pedido a los venezolanos que salieran a las calles a protestar en plazas y en las sedes del CNE por un presunto fraude; pero al día siguiente echó para atrás esta solicitud.
Para Tricás ese fue un error del opositor, pues supuso la desilusión de las masas con respecto al liderazgo del excandidato presidencial.
Luego, para el 12 de febrero de 2014, una parte de la oposición interpretó que ese liderazgo que tenía Capriles se estaba perdiendo, pues recientemente habían pasado las elecciones de gobernaciones y se habían perdido casi todas.
Dijo que el 12F fue una fecha que sirvió para cambiar el futuro del país, porque durante 100 días “de pura calle”, los venezolanos demostraron ante el mundo “el verdadero rostro del régimen de Nicolás Maduro”.
“El 12F se les cayó la máscara y ante el país y el mundo se descubrió el rostro de un Gobierno netamente represivo y antidemocrático”, aseveró.
Agregó además que con La Salida en la oposición se abrieron dos visiones, “el frente que busca la calle y la protesta para exigir los cambios en Venezuela, y el frente liderado por Capriles, que prefiere soluciones reformistas con aplicaciones tecnocráticas”.
Tricás aseveró con contundencia que el acontecimiento que marcó el 12 de febrero fue la rotación de liderazgo en el país; aseguró que hoy en día, el preso mayor Leopoldo López es el líder indiscutido con 92% del apoyo, mientras que “Capriles hoy es un liderazgo devaluado (…) esa es la razón por la cual el Gobierno no libera a López”, concluyó.
“El movimiento hizo que Venezuela despertara, el 12F fue la fecha que impulsó el descrédito del Gobierno en todo el mundo; desde ese momento el Gobierno perdió poder y gracias a ello el 6D lo ganó la oposición con mayoría en la Asamblea Nacional”, sentenció.