Escribo desde la indignación de ver como Pedro Sánchez paga en diferido a los terroristas de ETA su apoyo, con la entrega de Pamplona, la joya de la corona, de la que los separatistas vascos quieren apropiarse, bueno, en realidad se han apropiado ya.
A pesar de tener ya una edad, sigo siendo ingenuo, y pensaba que habría algún concejal del PSOE, aparte de los dos “dignos a tiempo parcial”, que prefirieron renunciar a entregar Pamplona a los terroristas y separatistas vascos, que iba a recular, en el último momento…
De ilusión también se vive.
Se ha consumado la traición de Pedro Sánchez y del PSOE, y conviene no olvidarlo.
No es solo cosa de Sánchez. Es también del PSOE, que vende España.
Ningún concejal de este partido ha tenido cojones de votar en contra.
En cambio, la actitud personal de la señora Alcaldesa cesante, me ha parecido muy digna, y propia de una señora.
Hasta estrechó la mano del nuevo alcalde, aunque supongo que, seguidamente, se la lavaría con algún producto desinfectante.
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Los terroristas de Bildu y Sortu, brazo armado de la ETA, se han concentrado en las puertas del Ayuntamiento, para intimidad y coaccionar a los patriotas navarros, fieles a su estilo matonil y macarra.
Siendo muy grave lo sucedido, que lo es, me preocupa, y mucho, la próxima caída de Navarra en manos de los filoetarras, a virtud de la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución, que dejó abierta esa puerta:
“En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen…”.
Se aproximan malos tiempos para los navarros.
Y la UPN, Unión del Pueblo Navarro, debería entonar el mea culpa, porque ellos, con su separación del PP, aproximación al PSOE, implantación de clases y cultura vasca en todo el territorio foral, etc., han contribuido, y mucho, a la situación actual.
¡Dios salve a Navarra, y nosotros que lo veamos, si Él quiere!