El gobernador de Puerto Rico Alejandro García Padilla declaró el miércoles que realizará un nuevo plebiscito en 2016 para decidir el futuro del estatus político de la isla. El gobierno de Barack Obama financiará la consulta a los puertorriqueños con US$2,5 millones. La boleta de votación tendría que ser aprobada por el Secretario de Justicia de Estados Unidos antes de pasar a los votantes de la isla. García señaló previamente que apoyaría que una Asamblea Constituyente decida el estatus del territorio si EE.UU. no tomaba cartas en el asunto.
Mientras tanto, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, representante de la isla en el Congreso, y cuyo partido apoya buscar obtener la estadidad para Puerto Rico, señaló que está a favor de un referéndum que simplemente pregunte a los votantes si quieren que Puerto Rico se convierta en el estado federal número 51 de Estados Unidos. Dijo que el referendo más sencillo y más incluyente posible.
Puerto Rico buscar ampararse bajo la Ley de Quiebras
Pierluisi también se dispone a ampararse bajo la legislación federal estadounidense, con el fin de que Puerto Rico tenga la posibilidad de acogerse al capítulo 9 de la Ley de Quiebras este mes.
“Estaré presentando un proyecto de ley para que Puerto Rico tenga acceso al capítulo 9 de la quiebra federal antes que comience el receso legislativo el 1 de agosto”, aseguró Pierluisi. Esta disposición permite a los 50 estados de EE. UU. la reorganización y restructuración de entes gubernamentales bajo la supervisión del Tribunal Federal.
“El liderato congresional está muy receptivo. También le mencioné a grandes fondos de inversión. Lo importante es que esté disponible para que la Asamblea Legislativa sea quien tome la decisión si acogerse al capítulo 9, porque ahora mismo no está disponible”, mencionó Pierluisi. El comisionado expresó que promovería esta legislación debido a que “es una estructura conocida, razonable y probada que cumple con la Constitución de Estados Unidos”, contrario a la llamada ley de “quiebra criolla”.
En esa misma línea, explicó que una posible reestructuración de deuda en las corporaciones públicas de Puerto Rico es un camino lleno de piedras. A su entender, es importante que se entable una “comunicación más efectiva con las partes”.
Pierluisi desaprobó así las acciones del gobernador Padilla hacia las casas acreditadoras. “La actitud no puede ser la del Gobernador de insultar a analistas financiaros en cartas. Eso no abona, no ayuda”, sentenció.
Fuentes: El Vocero, El Nuevo Herald.