
Un total de 15 estados y un territorio estadounidense elegirán este 5 de marzo a su candidato para las presidenciales de noviembre. La jornada conocida como el supermartes es la fecha más importante en el calendario electoral previo a los comicios. Por un lado, el expresidente Donald Trump buscará sepultar las aspiraciones de la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, por el bando republicano; y por el otro, el actual mandatario Joe Biden apunta a afianzar su candidatura a la reelección en unas internas demócratas que por la falta de rivales de peso se vislumbran como un mero trámite.
Los números son clave para entender esta contienda: los republicanos disputarán este día 865 delegados de los 2429 en total. Es decir, alrededor de 35 %. Mientras que en el Partido Demócrata se repartirán 1420 delegados de 3934, lo que equivale a 36 % del total. ¿Por qué es tan importante este paso? Porque estas personas designadas son las que asegurarán más adelante la nominación presidencial definitiva de cada organización política.
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Aparte de los números, hay precedentes imposibles de ignorar. Desde que ocurrió el primer supermartes en el año 1988, todo republicano que consigue la mayoría de estados termina ganando la nominación presidencial. Entendiendo que Trump ha conseguido hasta ahora 247 delegados republicanos (entre primarias y caucus) en comparación con los 43 que suma Haley, entonces no es difícil pronosticar que el expresidente se enfrentará nuevamente a Biden por la Casa Blanca.
Conseguir el “número mágico”
Cada precandidato comienza el día mirando la meta de alcanzar el número mágico. Ese que “unge” formalmente al candidato en la próxima convención de cada partido. Para los republicanos se necesita un mínimo de 1215 delegados (de los 2429 en total), mientras que para los demócratas son 1968 (de 3934 en total).
Por eso es que el supermartes se convierte en un trampolín tan importante. Obteniendo la mayoría de los delegados en esta jornada, gran parte del camino está hecho. Luego, como suele ocurrir, el número mágico se alcanza entre mayo y junio. Por ejemplo, en 2016 el expresidente republicano alcanzó el umbral necesario el 26 de mayo.
El difícil panorama para Biden
Si hablamos de Joe Biden, al no tener contendientes de peso dentro de su partido, las cosas parecen un poco más sencillas. Pero no es así. El actual presidente lucha por conseguir votos en las primarias, ya que su principal enemigo no es otro candidato, sino el descontento de sus electores. Actualmente tiene 206 delegados.
Entre hispanos, negros y musulmanes hay rechazo a su gestión, al punto de que algunos de estos grupos han organizado boicots para evitar que Biden sume delegados en las primarias. Fue el caso de Míchigan, donde la comunidad árabe-estadounidense emitió más de 100.000 votos como “no comprometidos”, y aunque Biden obtuvo 81 % de las papeletas en esas internas, 13 % dejó escuchar su voz en repudio al manejo del mandatario sobre el conflicto palestino-israelí.
En el supermartes podría ocurrir algo similar, ya que de acuerdo con la BBC, se está preparando una campaña de último minuto para una votación de protesta en Colorado. Si bien estos movimientos no impedirán su candidatura definitiva, son una señal de descontento que podría jugarle en contra en las elecciones de noviembre.
La importancia de California y Texas
En el escenario republicano, Nikki Haley celebra su éxito este fin de semana en Washington DC. Pero haber conseguido 63 % de los votos frente a 33 % de Trump —su único triunfo hasta ahora— solo le asigna 19 delegados. Por otro lado, el exmandatario republicano viene de anotarse una victoria en la Corte Suprema de EE. UU., que falló a su favor para conservarlo en las papeletas de las primarias presidenciales luego de que las máximas cortes estatales de Colorado, Maine e Illinois lo habían excluido en estos estados.
Las miradas este martes están puestas sobre Alabama, Alaska, Arkansas, California, Colorado, Massachusetts, Maine, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Texas, Tennessee, Utah, Virginia, Vermont y el territorio estadounidense de Samoa Americana. De ese grupo, California y Texas ofrecen la mayor cantidad de delegados republicanos (169 y 161 respectivamente), representando aproximadamente 14 % de las plazas en disputa.
La fecha no solo será determinante para la elección del próximo presidente estadounidense. La jornada también servirá para que ambas campañas detecten y corrijan fallas en el proceso de cara a las elecciones de noviembre.