Una campaña publicitaria estuvo a punto de enterrar la popularidad y ventas de Zara, la marca española de moda, porque según los críticos esta hace alusión a la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás, con todas las pérdidas civiles que ha provocado el conflicto.
La campaña en cuestión muestra a modelos sosteniendo maniquíes cubiertos con sábanas blancas, y otros sin extremidades en escenografías con escombros. Visualmente el público vio similitud con las muertes en la Franja de Gaza y la furia se desató. Afuera de las tiendas en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido hay protestas pidiendo el boicot a la marca, mientras que en X (antes Twitter) la etiqueta #BoycottZara se convirtió en tendencia.
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Poco les importa el comunicado de Zara, donde aclaran que su nueva campaña, llamada “The Jacket”, fue concebida en julio y fotografiada en septiembre pasado, y que estaba destinada a mostrar esculturas inacabadas. Los terroristas de Hamás escalaron el conflicto con Israel el 7 de octubre, es decir, después del trabajo que había hecho la marca, pero eso no evita que ahora esté atravesando lo mismo que empresas como McDonald’s y Starbucks. Aunque con estas últimas ha sido ligeramente diferente —el boicot comenzó en países árabes por considerar a estas marcas “símbolos” occidentales— el resultado es el mismo: pagar el karma de los ánimos caldeados desencadenados por el conflicto.
#Zara y la desafortunada coincidencia en un mundo que busca justicia real y los que buscan justicia para quedar bien en redes. Una campaña que bajo el mismo concepto de arte pudo hacerlo mas obvio para evitar problemas pero terminó sacada de contexto con resultados terribles. pic.twitter.com/TkO5ty3Y2M
— Manumanito (@manumanito) December 11, 2023
Aumenta el sabotaje contra marcas
Zara tuvo que bajar la cabeza y eliminar toda alusión a su nueva campaña en internet. “Desafortunadamente, algunos clientes se sintieron ofendidos por estas imágenes, que ahora han sido eliminadas, y vieron en ellas algo alejado de lo que se pretendía cuando fueron creadas”, se lee en el comunicado publicado en Instagram. Mientras tanto, usuarios pro Palestina dicen que la campaña “reveló su apoyo a la ocupación de Israel”.
Sumado a eso, las molestias no están solo en las calles y en redes sociales. Unas “50 quejas” llegaron formalmente hasta la Autoridad de Estándares Publicitarios (ASA, en inglés) del Reino Unido calificándolas de “ofensivas”. “Estamos revisando estas quejas -enfatizamos que, actualmente, no investigamos el anuncio en sí- y, por tanto, no podemos hacer más comentarios”, señaló el organismo.
La marca española, propiedad de la multinacional Inditex, no se pronunció sobre la guerra entre Israel y Hamás, pero está pagando las mismas consecuencias que otras marcas y directivos de compañías que se atrevieron a fijar posición cuando la guerra estalló. El contexto se volvió tan reactivo que hay demandas de por medio y hasta un reconocido evento tecnológico casi fracasó porque sus asistentes se molestaron por la postura de su fundador contra Israel. La cadena británica Marks & Spencer (M&S) también tuvo que disculparse a inicios de noviembre por una fotografía publicitaria de Navidad supuestamente ligada a la guerra en la Franja de Gaza.
En paralelo a los llamados de boicot, la guerra en Medio Oriente parece empeorar con el pasar de los días. Israel comenzó a inundar con agua túneles subterráneos en Gaza construidos por los terroristas de Hamás, mientras que en la ONU presionan para que Jerusalén desista de los bombardeos, provocados por los extremistas cuando atacaron la frontera, dejando más de 1400 víctimas entre heridos, muertos y rehenes.