El presidente de Rusia, Vladímir Putin, parece estar dispuesto a dar su discurso anual luego de repetidas derrotas en la invasión que comenzó en Ucrania hace casi un año. Sin embargo, no planea hacerlo de forma austera, por el contrario, incluirá un gran concierto para unas 200.000 personas el Estadio Luzhniki de Moscú al día siguiente.
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En Rusia se le conoce como “discurso ante la Asamblea Federal” y el presidente deber darlo una vez al año por orden constitucional. Pero en 2022 esto no ocurrió porque, según el Kremlin, la agenda de Putin en ese momento estaba “muy apretada”. Lo que pasaba en realidad, era que quería evitar preguntas incómodas de la prensa debido a que un mes antes el ejército ruso atravesó una penosa retirada del norte de la región ucraniana de Jersón tomada previamente por la fuerza. Para la mirada internacional, fue la mayor derrota sufrida por Moscú desde el inicio de la guerra.
Pero las cosas lucen diferentes ahora con Putin tomando cierto respiro con proyecciones económicas ligeramente positivas, el recorte de producción de crudo para coaccionar a países occidentales y bombardeos masivos sobre Ucrania. Por eso pronunciará su discurso el próximo 21 de febrero cuando debió hacerlo en diciembre pasado.
Miles de muertos
La fecha anunciada para el discurso de Putin no fue elegida al azar. Precisamente será en el aniversario de la declaración de “independencia” de Donetsk y Lugansk en el Donbás. Era el preludio de la orden que el mandatario daría tres días después para que su ejército entrara en el resto de Ucrania. Esos territorios, denominados como repúblicas separatistas, no tienen reconocimiento internacional, por lo tanto siguen siendo parte del país gobernado por Volodímir Zelenski.
Posteriormente, el próximo 22 de febrero será el concierto del que no se tienen muchos detalles. Según el portal Meduza, las autoridades rusas quieren asegurarse de que los actos tengan lugar “lo más cerca posible del aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania”.
En pocas palabras, Putin va a regocijarse de una guerra que contabilizaba hasta noviembre pasado 40000 muertos, según el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos. Respecto a los soldados, Ucrania ha tenido 100.000 bajas y Rusia 180.000 de acuerdo con Eirik Kristoffersen, jefe de Estado mayor noruego. Pero poco le importa al mandatario ruso, que más allá de invadir un país, lo que busca luego de meses de conflicto es hacer una declaración de fuerza ante el mundo.
Nuevo plan de Zelenski
En paralelo a nuevos bombardeos contra Ucrania, se están dando otras disputas para que Rusia pierda terreno diplomático y deportivo. Por ejemplo, Zelenski insiste con eliminar la participación de atletas rusos y bielorrusos en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 y que tampoco puedan competir bajo bandera neutral.
“Rusia está tratando de captar cualquier tipo de atención por parte del mundo para hacer propaganda de la guerra. La participación de Rusia no puede blanquearse con la neutralidad o con una bandera blanca”, aseveró desde Londres donde se reunió con líderes mundiales.
El Comité Olímpico Internacional mantiene su posición de que efectivamente puedan hacerlo con bandera neutral. Aún así la presión de Ucrania aumenta con el pasar de los días. En resumen, las tensiones siguen latentes en todo lo relacionado a la guerra y podrían acentuarse con el próximo discurso de Putin, planificado sobre miles de muertos.