La novela sobre los globos chinos que sobrevuelan el cielo estadounidense está lejos de terminar. Apenas hace unas horas el Departamento de Estado revelaba que el primero contenía “múltiples antenas” para recopilar señales de inteligencia (tras revisar imágenes tomadas por aviones espías U2), cuando el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, informó que derribaron un “objeto de gran altitud” y del tamaño de “un pequeño vehículo” sobre Alaska.
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Sobre este segundo hecho EE. UU. se negó a responsabilizar directamente a China. Sin embargo, las miradas de la opinión pública y del Congreso están puestas en todo lo que viene ocurriendo, ya que además, el mismo día que tumbaron el primer artefacto intruso, que China reconoció como suyo, se anunciaba que se había detectado otro sobrevolando América Latina.
Kirby detalló que fue un avión de combate asignado al Comando Norte de EE. UU. el que derribó el hipotético objeto sobre Alaska. Volaba a una altitud de 40000 pies y representaba una “amenaza razonable” para la seguridad de los vuelos civiles.
❗️ EE.UU. derriba un objeto no identificado sobre Alaska
Tenía el tamaño de un pequeño auto, declaró John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. pic.twitter.com/6aJJgeZqCX
— Fernelis Morillo (@FMNOTICIAS1) February 10, 2023
Antenas para espionaje
Mientras llegan nuevo detalles del segundo “objeto” que sobrevoló EE. UU., el Gobierno reveló que el primer globo chino contenía antenas “capaces de recopilar y geolocalizar comunicaciones” y también contaba con “paneles solares lo suficientemente grandes como para producir la energía necesaria para operar”. En consecuencia, el hallazgo desenmascara al régimen de Xi Jinping, que se excusó —y continúa excusándose— diciendo que es «de naturaleza civil, utilizado para investigación científica como asuntos meteorológicos». Según los voceros del régimen chino, el globo perdió el rumbo «por vientos del oeste».
De cualquier manera terminó violando soberanía estadounidense y por eso los ánimos están tan tensos que el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, suspendió su viaje a ese país. En este sentido, un funcionario citado por CNBC mencionó que el fabricante del globo “tiene una relación directa con el ejército de China y es un proveedor aprobado del Ejército Popular de Liberación, según información publicada en un portal oficial de adquisiciones de dicho ejército”.
El fabricante supuestamente sería una empresa llamada Zhuzhou Rubber Research & Design Institute Co que The Economic Times calificó como “un instituto de investigación militar propiedad del Gobierno con licencias de producción de armas”. Aún así, días después South China Morning Post mencionó que es un fabricante de globos meteorológicos. Sea como sea, la compañía niega cualquier tipo de la relación con el hecho.
Globos en 40 países
Si algo extrañó a la sociedad civil es por qué China hizo volar un globo de forma tan evidente sobre cielo estadounidense. Para Lyle Morris, investigador principal del Centro de Análisis de China del Asia Society Policy Institute, “lo más probable es que se haya enviado el globo para probar las capacidades de contravigilancia de Estados Unidos”.
En paralelo, Patrick Cronin, presidente de seguridad de Asia-Pacífico en el Instituto Hudson dijo a Nikkei Asia que Pekín “quería hacer una estratagema psicológica para captar la atención de EE. UU. y enviar un mensaje cuando el secretario de Estado Blinken se reúna con Xi Jinping: EE. UU. debería retirar su apoyo a Taiwán y avanzar en su compromiso de defensa en Asia antes de que las tensiones se le vayan de las manos”.
En todo caso, desde Washington puede que vayan revelando detalles, pero la posición en general frente a China sigue siendo tibia. En una entrevista reciente —previa a que detectaran el nuevo objeto sobre Alaska— Biden aseveró que su homólogo chino “tiene enormes problemas”. Pero luego lo matizó con que el dictador “también tiene un gran potencial”.
Sin embargo, desde el Congreso no son tan complacientes. Por eso la Cámara baja aprobó de forma unánime una resolución de condena contra China por violar la soberanía nacional. Una acción que deberían contemplar 40 países en los cinco continentes por donde también han pasado otros globos chinos, de acuerdo con el números que reveló a los medios un alto funcionario del Departamento de Estado citado por la agencia EFE.