
El presidente Jair Bolsonaro emitió este 30 de diciembre su último mensaje como primer mandatario de Brasil. En el pronunciamiento reiteró que el país “no terminará” el 1 de enero de 2023, cuando asuma el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. Por el contrario, llamó a “no tirar la toalla” para la situación que se avecina.
“Brasil no sucumbirá, créanlo. La batalla está perdida, pero no perderemos la guerra”, aseveró Bolsonaro, sin dejar de repasar los indicadores positivos que deja su gestión para Brasil y sus ciudadanos. Hasta hace pocos días celebraba la disminución del precio de la gasolina producto de la fijación del ICMS, impuesto cobrado en los estados sobre bienes y servicios seleccionados. “La victoria se logró incluso con el voto contrario de los parlamentarios del PT, así como la desaprobación de Lula de los recortes de impuestos”, afirmó.
Ese no ha sido el único objetivo alcanzado, el presidente conservador deja un listado aciertos propensos a desaparecer cuando el socialismo presida de nuevo una la economía más importantes de América Latina.
Uma história que honra o nosso país. Um legado que orgulha o nosso povo. Você é gigante, Presidente @jairbolsonaro. Não vamos desistir do Brasil 👊🏻🇧🇷 pic.twitter.com/TzwJehZWwM
— João Roma (@joaoromaneto) December 30, 2022
Defender protestas pacíficas
Con esta aparición de Bolsonaro rompió su silencio intermitente desde que se llevó a cabo el balotaje. Había aparecido en público con breves declaraciones, pero no fue sino hasta ahora que ofreció un mensaje más extenso al país.
“No debemos tirar la toalla ni dejar de hacer oposición (…) Nosotros no queremos un Brasil peor, pero tenemos que respetar nuestra ley y la Constitución. A partir de ahora, toda manifestación [contra el Gobierno de Lula] es bienvenida”, enfatizó.
Las protestas estuvieron vigentes en varias partes del país durante semanas por denuncias de irregularidades en la segunda vuelta, el informe de las Fuerzas Armadas que no descartó fraude y en general, el rechazo a que Lula da Silva se convierta de nuevo en presidente. A pesar de la arremetida y persecución de la “dictadura de la toga” liderada por el magistrado Alexandre de Moraes, la gente siguió manifestando.
“La protesta es pacífica, siguiendo la ley, tiene que ser respetada. Siempre estaré actuando dentro de la Constitución”, dijo el aún presidente. “Quien no saca a la gente a la calle no tiene votos. Sacamos multitudes a las calles […] Sé que la gente tomó sol y lluvia y nada se perderá”.
Viaje a Estados Unidos
Una vez culminado su mensaje, Bolsonaro tomó un avión rumbo a Estados Unidos para recibir el año 2023. No estará en la juramentación de Lula da Silva para entregar la banda presidencial, coincidiendo así con el hecho de que no se pronunció cuando este alcanzó la mayoría de votos en las elecciones de segunda vuelta.
Asimismo, cuatro miembros su equipo lo acompañarán en Miami entre el 1 y el 30 de enero “para realizar la asesoría, la seguridad y el apoyo personal del futuro expresidente de la República”. Reportes indican que el mandatario se alojaría en la residencia Mar-A-Lago del expresidente Donald Trump.
“Di mi sangre y mi vida por Brasil, si de algo sirvió mi gobierno es haber atrasado cuatro años la llegada nuevamente de la izquierda”, aseveró el mandatario.