¿Qué tan enlodada está la senadora colombiana electa Piedad Córdoba respecto a todas las polémicas que la rodean? Es la pregunta que parece develarse con cualquier detalle sale a flote. Sea por el entramado con Álex Saab, las declaraciones de Hugo el ‘Pollo’ Carvajal desde España o la investigación enmarcada en el caso de «FARCpolítica». El catálogo es amplio.
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Ahora se suman detalles sobre las supuestas reuniones que Piedad Córdoba mantuvo en la penitenciaría La Picota con peligrosos narcotraficantes, con el fin de garantizarles frenar a sus extradiciones a Estados Unidos y a cambio, cumplir penas en Colombia. Cabe recordar que su hermano, Álvaro Fredy Córdoba Ruiz, está en el mismo centro penitenciario. Según la revista Semana, autoridades de Estados Unidos están buscando comprobar esos encuentros.
No es el único detalle, por lo que el resto podría hundir más a Córdoba, quien tiene un panorama complicado luego de que el candidato presidencial de extrema izquierda, Gustavo Petro, le pidiera apartarse de las actividades de campaña hasta que resuelva “las sindicaciones jurídicas que se le hacen”. Los fantasmas que la persiguen datan de hace tiempo, cuando el dictador Hugo Chávez aún vivía y para el cual habría retrasado la liberación de rehenes de las FARC.
Ganar tiempo mientras llegan las elecciones
Los grandes capos fueron los primeros en recibir el ofrecimiento. Luego se difundió entre reos considerados de menor rango. El plan consiste en “congelar, enredar y dilatar” aquellas extradiciones exprés, donde “los capturados renuncian a los términos y dan vía libre para que en poco tiempo sean llevados sin trabas a los Estados Unidos”, citó el portal colombiano.
Los presos esperan la suspensión de los trámites, “diligencias judiciales y acercamientos con las autoridades en Colombia y Estados Unidos, para ganar tiempo mientras se dan las elecciones presidenciales”. Hay abogados estadounidenses que supuestamente viajarían hasta el país caribeño para revisar expedientes, pero fueron cancelados.
El tema se está manejando con confidencialidad porque aunque las encuestas de intención de voto por ahora siguen favoreciendo a Petro, la victoria no es segura hasta que quede constancia en las actas. Lo cierto es que si la izquierda pretende retomar la presidencia de Colombia, deberá sobrevivir primero a los entramados que atraviesan sus filas.
Si quien hace seguimiento al caso de la senadora electa busca pruebas sobre sus visitas a La Picota, puede ver la boleta de autorización de ingreso al penal, con fecha del 19 de febrero de 2022 para reunirse con Juan Carlos Cuesta Córdoba, alias Gordo Rufla.
Atención: Semana revela la que sería la primera prueba de que Piedad Córdoba no sólo visitó a su hermano en La Picota. El 22 de febrero según esta boleta de ingreso habría visitado al narco y extraditable Juan Carlos Cuesta Córdoba del Clan del Golfo #ExclusivoSemana pic.twitter.com/K26uB6Fg3V
— Vicky Dávila (@VickyDavilaH) April 21, 2022
El peligro de pactar con otros criminales
La investigación estadounidense estaría manejando un posible delito de obstrucción a la justicia de parte de Córdoba. Sin embargo, debido a la misma confidencialidad con la que manejan tales, el abogado de su hermano y de narcotraficantes han podido negar cualquier indicio de negociaciones por debajo de la mesa.
El patrón de pactar con criminales, grupos violentos y demás figuras inmersas en delitos es algo a lo que desafortunadamente América Latina está habituada. Si vamos un poco más arriba en el mapa, hasta El Salvador, vemos como a su presidente Nayib Bukele lo asedian investigaciones independientes sobre supuestos pactos con pandillas para garantizar el poder. No obstante, algo pasó desde que estas comenzaron a cometer asesinatos a diestra y siniestra, lo que llevó a Bukele a anunciar operativos de seguridad e imponer radicales medidas que terminan afectando a los civiles que no están inmersos en estas actividades.
Lo que demuestra ese caso es que pactar con criminales sale mal. El tiempo dirá qué pasará en Colombia si es que las reuniones de Piedad Córdoba ocurrieron y llegaron a cerrarse desde ambas partes.