El costo de la guerra en Ucrania es posiblemente el elefante en la habitación dentro de todo el contexto bélico que atraviesa Europa del este. Si bien se habla de la destrucción y se difunden fotos de ciudades reducidas a escombros, lo cierto es que todo esa infraestructura deberá ser reconstruida. No será barato. Hospitales, escuelas, edificios de vivienda o instalaciones gubernamentales están en la abultada lista de reparaciones.
Esto deja como consecuencia que las pérdidas en Ucrania por la invasión rusa —incluidas las proyecciones de los próximos años— asciendan a más de un billón de dólares, informó el primer ministro Denys Shmyhal. “Perdimos puentes, carreteras, viviendas, edificios. Las pérdidas de nuestra economía superan los 290 mil millones de dólares. Las cifras crecen día a día. Debemos parar a Rusia inmediatamente”, agregó en un mensaje de Twitter.
Losses of 🇺🇦 from the Russian invasion, including losses in the coming years, amount to more than a $1 trillion. We lost bridges, roads, housing, buildings. The losses of our economy are over $ 290 billion. The figures are growing daily. Must #StopRussia immediately
— Denys Shmyhal (@Denys_Shmyhal) March 29, 2022
El dinero no saldrá únicamente de la golpeada economía ucraniana. El país gobernado por Volodímir Zelenski estima exigir una compensación a Rusia. “El mal inevitablemente será castigado y Rusia sentirá todo el peso de sus propias acciones criminales en el territorio de Ucrania”, aseveró la viceprimera ministra, Yuliya Sviridenko, cuando difundió un balance previo al de Denys Shmyhal. No hay hasta ahora detalles de cómo funcionaría el mecanismo para llevar adelante el pedido.
Es decir, el Gobierno de Vladímir Putin no solo debe afrontar la pronunciada caída del rublo y las sanciones de Occidente, también deberá sopesar que a futuro le será enviada una factura multimillonaria por el costo de la guerra en Ucrania.
Más de 4000 edificios destruidos
Las fotos difundidas a lo largo y ancho de internet dan cuenta del desastre. Zonas residenciales se convirtieron en campos de guerra y hogares en trincheras para soldados luego de los bombardeos rusos.
Los saldos que reportan ambos funcionarios vienen respaldados por una investigación del Instituto KSE (la unidad analítica de la Escuela de Economía de Kiev). Solo en infraestructura (sin contar el golpe a la economía y los futuros escenarios) el monto ascendía a 63.000 millones de dólares al 25 de marzo. Lo siguiente son estimaciones de instalaciones dañadas, destruidas o incautadas al cumplirse un mes de la guerra:
- Al menos 4.431 edificios residenciales, 92 fábricas y almacenes.
- 138 instituciones de salud.
- 12 aeropuertos y siete centrales térmicas e hidroeléctricas.
El análisis de pérdidas en Siria e Irak hecho por el Banco Mundial fue uno de los factores que tomó en cuenta el Instituto KSE para afilar la metodología del informe sobre el costo de la guerra en Ucrania. Pero el monto no solo incluye la caída de las estructuras —que alguna vez fueron lugares de atención médica, parques, iglesias y escuelas— también se tomó en cuenta el cálculo de gastos por desmantelamiento de edificios destruidos y reparación para asentamiento de estos, que serán construidos.
Los requisitos indispensables para la guerra
Una frase de Raimondo Montecuccoli (general italiano y príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico nacido en 1609) cita que para ir a la guerra se necesitan tres cosas: dinero, dinero y dinero.
Una afirmación que el Gobierno ruso está experimentando en carne propia ya que la guerra en Ucrania no resultó tan corta como posiblemente lo estimó la inteligencia del Kremlin. Se estima que los primeros 23 días de la invasión le habían costado a Moscú 19900 millones de dólares en gasto militar directo según cifras del Center for Economic Recovery replicadas por BBC. A esto habría que sumarle otros elementos como atención de soldados heridos, alimentación de las tropas, entre otros. No obstante, no fue posible ubicar otras estimaciones ya que verificadores independientes “prefieren no arriesgarse a hacer cálculos que consideran muy difíciles de realizar con precisión”, citó la cadena.
El futuro para Rusia no luce bien. Las importaciones van en caída libre, el rublo se depreció más de 60 % desde que inició la guerra, varios bancos fueron excluidos del SWIFT y en general, la economía del país se contraerá en alrededor de 10 % este año según el Instituto de Economías Emergentes del Banco de Finlandia (Bofit). China podría lucir como una válvula de escape que importe productos rusos, o el uso de criptomonedas de parte del gobierno de Putin. Pero la gran duda es qué tanto dinero estará dispuesto a gastar el mandatario.