El entramado de negocios de Álex Saab incluye un nuevo personaje que le habría servido para desviar pagos a sus abogados a Estados Unidos, mientras supuestamente colaboraba en secreto con autoridades estadounidenses al proporcionar información sobre la dictadura de Nicolás Maduro. Se trata de Bruce Bagley, exprofesor de la Universidad de Miami y experto en crimen organizado.
El exprofesor había sido arrestado en 2019 por dos cargos de lavado de dinero enmarcados en el caso. En total, habría recibido de parte del empresario colombiano unos tres millones de dólares. Los documentos citan a otro informante, no obstante se desconoce su nombre, tachado de las páginas publicadas por Joshua Goodman de The Associated Press.
Saab y un intermediario idearon “este método de transferencia bancaria para ocultar los pagos de Saab a los fiscales estadounidenses de miradas indiscretas en Venezuela”, indicó el texto escrito por el abogado del exprofesor, Peter Quijano. Más allá de la existencia de los pagos, la información revela que Saab habría estado colaborando con EE. UU. antes de que fuera detenido en Cabo Verde. De ser cierto, sería otra soga al cuello para el régimen venezolano.
Se desconoce el contenido de las reuniones, y sin el hombre señalado como testaferro de Maduro realmente colaboró o solo utilizó los encuentros para medir el avance de las investigaciones estadounidenses. Aún así, el documento del caso de Bagley va en consonancia con otros tres testimonios relacionados al caos, los cuales citaron reuniones de Saab con la policía federal de EE. UU., “Incluidos agentes de la Administración de Control de Drogas, en múltiples ocasiones en Colombia y Europa antes de ser acusado en 2019”, apuntó la agencia de noticias.
NEW: Alex Saab provided intelligence on Maduro's government in secret meetings with U.S. law enforcement prior to being charged in 2019 with money laundering, according to new filings in a related case against @univmiami professor Bruce Bagley. @AP story upcoming. pic.twitter.com/QfpIeKHYNB
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) November 10, 2021
Desvío de pagos
Los nexos entre Saab y Bagley habrían comenzado porque el millonario empresario le pidió gestionar una visa para su hijo. El documento finalmente fue negado “debido a las preocupaciones sobre las conexiones de la familia Saab con el gobierno hostil de Venezuela”, citó el documento. Sin embargo, Bagley continuó trabajando para el colombiano.
Luego llegó la solicitud. Saab pidió al experto en crimen organizado que recibiera dinero adicional. El objetivo era que los pagos “debían permanecer indetectables dentro del sistema internacional de cambio de moneda”.
“La preocupación no era que Estados Unidos se diera cuenta de estos pagos, sino que los individuos y el gobierno de Venezuela los descubrieran”.
El dinero provenía de una supuesta compañía de alimentos con sede en los Emiratos Árabes Unidos. Mensualmente los depósitos alcanzaron los 200.000 dólares. El exprofesor transfirió 90 % y se quedó con una comisión del 10%.
Según los fiscales de EE. UU., Bagley sabía que los fondos eran producto de la corrupción y que los fondos estatales “finalmente se les quitaban a algunas de las personas más pobres y vulnerables del mundo”.
El intermediario
El nombre censurado de los documentos sería el de Jorge Luis Hernández, apodado “Boli”, un informante estadounidense en casos antinarcóticos de su natal Colombia. Según AP, ha servido como vínculo entre narcotraficantes y abogados defensores en EE. UU.
Hernández llevó a Bagley propuestas de consultoría para políticos en América Latina, como el exgobernador colombiano, Kiko Gómez, condenado en 2017 a 55 años de cárcel por su responsabilidad en los asesinatos de la exalcaldesa de Barrancas Yandra Brito, su esposo y su escolta.
Posteriormente “Boli” se acercó al exprofesor para solicitarle recibir el dinero adicional para los abogados del colombiano. “Saab estuvo de acuerdo con (Boli) en que su conexión financiera pondría nerviosas a muchas personas importantes en Venezuela”, citó parte del documento escrito por el abogado Peter Quijano.
De manera que el caso de Álex Saab sigue dando tela para cortar, sumado a que en días recientes la Corte Federal de Miami calificó como «fugitivos» a acusados por vínculos con el colombiano.