El opositor venezolano Juan Guaidó le reclamó al régimen de Nicolás Maduro por un plan de vacunación para la nación suramericana. Actualmente Venezuela tiene menos del 2 % de de la población vacunada. Es el país más atrasado en la región y ocupa también uno de los últimos puestos a nivel mundial.
Lo curioso de esta petición —hecha en el calor de una pequeña concentración en Caracas, donde estuvieron varios exparlamentarios opositores— es que desnuda las contradicciones de su cargo en la teoría y cómo termina viéndose en la práctica. Un dirigente que se erige presidente interino le pide a un usurpador (atornillado en el poder bajo el autoritarismo) que traiga las dosis al país. Paradójico.
“La vacuna, hoy, salva vidas y evita la discriminación, pero la vacuna a la dictadura para poder ser libre y vivir con dignidad es en la calles. Unidos, exigiendo, movilizándonos”, dijo Guaidó a los asistentes con un megáfono, según reseña EFE.
Tales declaraciones surgen poco después de que el opositor “retara” a Nicolás Maduro a intervenir en la Cota 905, una de las zonas más peligrosas de Caracas controlada por bandas delincuenciales. En esta zona los antisociales con una frecuencia temible que vapulean y emboscan a tiros a las llamadas fuerzas de seguridad y cuerpos de seguridad del Estado.
En aquel momento, Guaidó indicó en su Twitter que «Si Maduro dice que controla algo, ¿por qué no se va en este momento a la Cota 905 a apoyar a nuestros funcionarios? Trata de vender un control que no tiene ni en la capital. Mientras, nuestros funcionarios no pueden ni defenderse debido al amparo del dictador al crimen organizado».
Y, aunque suenen amenazadoras sus palabras, los grises que se desprenden también son palpables. Hoy se percibe a un dirigente “apoyado y reconocido por un sinnúmero de países”, quien sigue sin tener los recursos suficientes como para hacerse con el control de la seguridad de la ciudadanía y pide a su adversario en la acera del frente que actúe ante su falta de poder.
Dos bandos con el mismo problema, mientras que la delincuencia sigue causando estragos. Una imagen realmente patética que se difunde a diario.
El tortuoso camino para recibir las vacunas en Venezuela
EFE también informó que Venezuela recibió este sábado un nuevo lote de 80000 vacunas Sputnik V, que se suman a 300.000 dosis ya recibidas del mencionado fármaco, así como también a las 500.000 de la china Sinopharm. Estos lotes no alcanzan a cubrir la cuarta parte de la población en el país, cuya cifra se estima en más de 28 millones de personas.
En total, entre la vacuna rusa y la china Sinopharm, Venezuela había recibido aproximadamente 800.000 vacunas. Una cifra ínfima. Del mismo modo, existe un hermetismo marcado por parte del régimen de Nicolás Maduro para dar a conocer quienes fueron los beneficiarios de las dosis que ya han sido repartidas.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU reportó el 6 de abril que solo 98000 trabajadores de la salud habían recibido la vacuna Sputnik V.
Números mortales
En Venezuela se han contagiado de COVID-19 alrededor de 191.000 personas, de las cuales 2028 han muerto, de acuerdo con las cifras que el régimen ofrece como «oficiales», actualizadas hasta el viernes.
Sin embargo, Nicolás Maduro y sus personeros del chavismo no cesan en sus intentos de usar a la población venezolana como conejillo de indias para probar las dosis que también han sido cuestionadas a nivel mundial. Este es el caso de la vacuna cubana en fase de prueba llamada Abdala, que Maduro pretende llevar al territorio del país caribeño.
Tal acción ha generado críticas de la oposición, los gremios sanitarios y de la Academia de Medicina han alertado que desconocen los estudios que certifiquen la efectividad de ese compuesto.