Uno de los casos más escandalosos y graves de corrupción durante el gobierno del expresidente de México Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue la famosa “Estafa Maestra”.
Una investigación reveló que en el sexenio pasado se desviaron recursos por más de 5 000 millones de pesos, presuntamente para financiar campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido que gobernó México por más de 70 años y al que pertenece el expresidente.
Rosario Robles Berlanga, quien fue Secretaria (ministra) de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en el gobierno de Peña Nieto, fue encarcelada en agosto del año pasado. Ella fue acusada del delito de ejercicio indebido de servicio público, por la omisión del millonario desvío que supuestamente se orquestó desde las instituciones que encabezó.
Ella y sus abogados han insistido que su proceso debería llevarlo en libertad y han dicho que las principales razones para estar encerrada, son las venganzas políticas y las rencillas que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y gente muy cercana a él.
Entre traiciones y acusaciones
En los últimos días, el tema dio un giro que provocó enredos, acusaciones y deslindes. El equipo de abogados de Robles Berlanga anunció que su clienta se acogería al “criterio de oportunidad” para declarar como “testigo colaborador”, su única opción para dejar la cárcel.
Pero hace un mes, ella rechazó esta posibilidad. A través de una carta lo negó así: “Sé que lo que pretenden para que yo tenga mi libertad (como en otros casos) es que señale como responsables a ex colegas míos. Yo no mentiré para obtener mi libertad. No quiero salir por la puerta de atrás”.
Pero hace unos días le llegó una segunda acusación por lavado de dinero y delincuencia organizada que la mantendría en la cárcel el resto de su vida. Entonces, cambió de opinión.
Sus abogados anunciaron que Rosario Robles declarará en contra del excanciller y exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso. El hombre más cercano al presidente Peña Nieto presuntamente ordenó y dirigió la red de corrupción para desviar recursos a las campañas electorales del PRI, para las elecciones intermedias en 2015, la del Estado de México en 2017 y las presidenciales en 2018.
El comunicador Ciro Gómez Leyva reveló que en una llamada telefónica desde la cárcel, Rosario Robles le dijo que: “No tengo nada que imputar al expresidente Enrique Peña Nieto ni a Osorio Chong, exsecretario de Gobernación”.
Pero horas después, Rosario Robles salió en las redes sociales a atajar a sus abogados:
He decidido acogerme a la figura de testigo colaborador. Por el momento es lo único que puedo informar. Se han hecho declaraciones que no han sido acordadas conmigo. He instruido a mis abogados atenerse al procedimiento judicial. Lo que sí debo decir es que hablaré con la verdad
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) November 25, 2020
¿Hablará con la verdad? Cuesta trabajo entender que se desvíen 5 000 millones de pesos para campañas políticas, donde están involucradas por lo menos 11 dependencias y que el presidente Peña Nieto no lo supiera y no hubiera estado de acuerdo en esa operación ilegal.
Todos se lavan las manos
Luego del anuncio del abogado, de inmediato comenzaron los deslindes. El excanciller Luis Videgaray desde Cambridge, Massachusetts, donde reside, envió una carta a través de Twitter donde asegura que la acusación que le hacen es “errada e inmoral”:
“Lamento profundamente que Rosario Robles opte por acusarme sin fundamento para tratar de librar su situación legal (…) la desesperación no puede ser justificación para mentir e incriminar a inocentes. Eso no debe ser el camino para conseguir su libertad (…) Rosario Robles podrá decir muchas cosas, pero lo que no podrá hacer es probar mentiras. Yo no tuve participación alguna, directa o indirecta, en la llamada Estafa Maestra y mucho menos me beneficié de dicho presunto mecanismo”.
Mis comentarios a la opinión pública con motivo de las declaraciones del Lic. Sergio Arturo Ramírez, abogado defensor de la Maestra Rosario Robles Berlanga. pic.twitter.com/i7BG3PbJrS
— Luis Videgaray Caso (@LVidegaray) November 24, 2020
El PRI también se sacudió con los señalamientos. En un comunicado, explicaron que no existe registro alguno de que hayan ingresado recursos ilegales al partido y menos en la campaña de su candidato José Antonio Meade, que fue la más fiscalizada.
Desde su conferencia mañanera de este miércoles, AMLO celebró que se utilice el mecanismo del testigo protegido para combatir la corrupción y castigar a los culpables: “Nada más que debe de procurar primero, pues el que no signifique acusar sin fundamentos, sin pruebas, que no sirva este mecanismo para fabricar delitos, porque también eso es una injusticia”.
La Estafa Maestra
En septiembre de 2017, una investigación del portal Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), documentó que en la Estafa Maestra participaron 11 dependencias públicas, ocho universidades Públicas y 186 empresas.
En México hay una ley que permite que el gobierno otorgue contratos directos a universidades públicas para realizar servicios que el sector público no puede hacer, sin tener que pasar por el proceso de licitaciones.
El gobierno otorgaba contratos a las universidades que a su vez subcontrataban a empresas que no realizaban servicio alguno. De las 186 empresas, 128 no existían o tenían irregularidades. En esa triangulación, el dinero regresaba al gobierno federal para utilizarlo “presuntamente” para las campañas políticas del PRI.
Es la prueba de fuego del actual presiente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Su bandera ha sido combatir la corrupción e impunidad. ¿Lo hará con el caso de la Estafa Maestra o quedará la sospecha del pacto que “supuestamente” hizo con Peña Nieto de que no habría persecución política? Y si es esto último, ¿cuál habría sido el acuerdo?