Mientras transcurría la campaña presidencial, el asesor ecuatoriano Jaime Duran Barba insistía con una idea en televisión: no decirle a la gente que se vienen tiempos duros, ya que la gente no vota ajustes ni propuestas que anticipen penurias, aunque sean inevitables. Pero Javier Milei rompió con los manuales de la ortodoxia y reescribió absolutamente todo. Mejor dicho, refutó los mandatos hasta el momento inapelables y dejó en claro que cualquier cosa es posible.
El economista Gustavo Lázzari resaltó en una entrevista que es la primera vez que los argentinos votan a un presidente que dice lo que va a hacer, por lo que esto sería una oportunidad sin precedentes para corregir el rumbo. Por lo pronto, Milei sigue diciendo lo mismo como presidente electo que decía como candidato. Para resumir el estado de la grave situación fiscal, el libertario repite como un mantra, cada vez que le preguntan por las diferentes partidas que tendrán que pagar en las gobernaciones, la misma frase: “No hay plata”.
Estas tres palabras contundentes, que ya se hicieron meme, sticker y tendencia en las redes sociales, Milei se las repitió una y otra vez a Alejandro Fantino cuando le preguntó sobre las obras públicas licitadas. Tal cual como prometió en la campaña, los gobernadores que deseen llevarlas a cabo deberán recurrir al sector privado. El Estado nacional está quebrado y, como repite Milei y también dicen sus partidarios, “no hay plata”.
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Ante esta proclama que apela a la responsabilidad fiscal, absolutamente necesaria para hacer la reforma monetaria que termine definitivamente con el drama inflacionario, los actores políticos se van acomodando. ¿Qué están haciendo los gobernadores peronistas? El riojano Ricardo Quintela, que había dicho que si Milei ganaba renunciaría a su cargo, parece que ya cambió de opinión y está viendo como puede ajustar los números sin las transferencias discrecionales del Ejecutivo nacional que venía dándole Alberto Fernández. El que dio un paso al frente, insólitamente, fue el tucumano Osvaldo Jaldo, quien en conferencia de prensa informó que cortarán con los programas que no brindaron los resultados necesarios, ya que necesitan ir hacia el “equilibrio fiscal”. Ver a estos políticos hablar de responsabilidad en las cuentas públicas es el primer “milagro” que se le puede acreditar a un Milei que todavía ni siquiera se ha puesto la banda.
Esta mañana, luego de su exitosa gira por Estados Unidos y con la confirmación de Luis Caputo como ministro de Economía, el presidente electo fue consultado por las declaraciones de otros gobernadores que sí advirtieron que tendrán problemas para pagar el aguinaldo de diciembre. En este sentido, Milei se mantuvo firme con su nuevo mantra: “No hay plata”. La recomendación del libertario es que se dediquen a recortar otros gastos y así pagar los sueldos como corresponde. “Hay que poner los números en orden”, resaltó.