Se realizó el debate oficial de los aspirantes a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los cuatro postulantes a la intendencia porteña pudieron presentar sus proyectos ante el electorado y también debatir entre ellos. De la gran cantidad de opciones en las primarias de agosto, solo cuatro superaron el piso del 1,5 % para la competencia definitiva: Jorge Macri por Juntos por el Cambio, que dejó en el camino a su rival interno Martín Lousteau, Leandro Santoro del kirchnerismo, Ramiro Marra por La Libertad Avanza y Vanina Biasi del Frente de Izquierda.
Aunque siempre los candidatos se presentan a estas instancias con estrategias estudiadas, en esta oportunidad, los planes de los postulantes fueron bastante explícitos. Cada uno salió con una hoja de ruta muy concreta, que mantuvieron durante la hora y media de debate, que tuvo sus momentos calientes.
Jorge Macri, adelante en las encuestas, pero que seguramente deba enfrentar una segunda vuelta, procuró no confrontar con nadie de forma violenta y optó por defender su proyecto. Lo que sí quedó en evidencia fue que la irrupción de Javier Milei, así como el apoyo de buena parte del electorado a nivel nacional, contribuyó a su discurso. Habló varias veces de la importancia de la propiedad privada y de la necesidad que el Estado municipal no interrumpa en desarrollos y proyectos de los porteños. Es claro que apunta a sumar voluntades que simpaticen con la propuesta de Milei, con el que tiene buena relación personal. El sistema de votación (la gente tendrá que elegir la boleta nacional diferenciada de la local) podría favorecerle en este sentido, ya que Marra tendrá que conseguir cada voto por mérito propio, ya que no va “pegado” a Milei.
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Leandro Santoro y Ramiro Marra fueron los más claros (y honestos) a la hora de reconocer públicamente que necesitan del “voto útil” para entrar en un balotaje. Por el lado del kirchnerismo se apeló de forma directa a los votantes de Lousteau, que ya no tendrán al candidato de su preferencia en octubre en el cuarto oscuro. Cabe destacar que Santoro, a pesar de estar en la coalición kirchnerista, proviene de la UCR porteña. Por su parte, el referente de Milei en la ciudad le aseguró al electorado que él es el único que, en una eventual segunda vuelta, puede arrebatarle el distrito capital al PRO. En este sentido, confrontó sin contemplaciones a Santoro, recordando en varias oportunidades que él proviene de la facción de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Pero también tuvo varios picantes contrapuntos con la representante de la izquierda y dejó en claro que con él se terminarían los cortes de calle de las agrupaciones piqueteras.
Para finalizar, Biasi buscó mostrar cierta moderación, a pesar de su discurso izquierdista. Confrontó con Macri y con Marra, pero evitando el clásico discurso ideologizado y dogmático de su espacio político. En varias oportunidades se tuvo que alejar de Santoro, que trataba de buscar puentes con ella, en la búsqueda de mostrarse como el candidato afín, pero con posibilidades electorales.
En la encuesta del debate, el público consideró que la mejor opción fue Ramiro Marra, que se impuso con el 59 %. Lo siguió Macri con el 32 %, Santoro con el 7 % y Biasi con el 2 %. Según la normativa local, si el ganador de la elección no supera el 50 %, deberá disputar una segunda vuelta.