Guillermo Moreno es, sin dudas, una de las caras más visibles del kirchnerismo duro. Durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner se desempeñó como Secretario de Comercio, donde tuvo un polémico y cuestionado rol. Se lo acusó de ser el responsable de las falsificación de los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que durante esos años brindaba índices de inflación ridículos, completamente alejados de la realidad.
A pesar del poder hegemónico K y de la impunidad de muchísimos de sus dirigentes, la presión social contra Moreno fue tan grande que el funcionario tuvo que salir del país para descomprimir la situación. Terminó como Agregado Económico de la Embajada Argentina en Italia, donde se quedó hasta el momento que asumió Mauricio Macri.
Con motivo de un hecho delictivo en su casa, el exfuncionario volvió a ser noticia. En una entrevista televisiva, luego de comentar el episodio que vivió con un ladrón -finalmente detenido-, habló bastante de política.
Consultado sobre si volverá a ser funcionario en un eventual gobierno de Alberto Fernández o si tendrá algún lugar en el nuevo esquema de poder, Moreno fue categórico: “No. Ningún lugar. Ni él lo desea, ni yo lo deseo. Ya hemos trabajado oportunamente…hace treinta años que nos conocemos. Es obvio porque no”, señaló, tratando de dejar en evidencia supuestas diferencias.
Ante la pregunta obligada sobre la posibilidad de independencia de Alberto sobre Kirchner, Moreno volvió a ser contundente: “El que no lo conoce solamente puede pensar que él no vaya a tomar las decisiones. Alberto va a mandar y va a tomar las decisiones…quizás ese sea el problema. ¿Se entiende la sutileza?”, preguntó sonriendo el exsecretario de Comercio.
Para que no quede ninguna duda, Moreno dijo que estará “observando atentamente” a la gestión de Fernández, a la que le deseó buena suerte. Pero agregó inmediatamente: “Ahora, si las decisiones a tomar no están en el marco de la doctrina del movimiento nacional justicialista; bueno, tenemos nuestros interrogantes. Por eso vamos a estar mirando atentamente”.
¿Advertencia, amenaza o show para la tribuna?
Aunque a simple vista todo parece indicar que el kirchnerismo duro tiene dudas sobre la lealtad del probablemente próximo presidente de Argentina, vale recordar que estamos hablando de una interna peronista. Fue el mismo Juan Domingo Perón que una vez dijo que los peronistas eran como los gatos: “Cuando la gente piensa que nos estamos peleando, en realidad nos estamos reproduciendo”. Vale advertir también que como el peronismo tiene antecedentes de internas ficticias, también tiene en su archivo sangrientos enfrentamientos internos.
Las palabras de Moreno podrían ser la evidencia de una desconfianza real, que ilusiona al amplio sector antikirchnerista, o una maniobra de distracción. Las elecciones del 27 de octubre dejan pocos misterios a la hora de especular con el resultado. Sin embargo, las dudas importantes empezarán a despejarse luego del 10 de diciembre, cuando el próximo mandatario asuma sus funciones.