Tras demostrar su inocencia por el crimen fabricado de tentativa de asesinato, la policía cubana liberó al preso político José Daniel Ferrer García, Coordinador General de la Unión Patriótica de Cuba, la asociación civil con más presos políticos en la isla (más de la mitad del total).
Su caso expone cómo en un país sin separación de poderes, el ejecutivo y el judicial son una sola fuerza. De modo que al haber partido único, los integrantes de cualquier movimiento están sujetos a persecución política y, por tanto, a la pérdida de su vida, propiedad y libertad.
En una entrevista con PanAm Post, José Daniel Ferrer García explicó con sus propias palabras lo sucedido.
¿Por qué motivo fue detenido?
Fui detenido porque a la tiranía castrocomunista le molesta y preocupa mucho el trabajo de la UNPACU con la población y en particular el trabajo que estamos haciendo a favor de la campaña Cuba Decide y en contra del proyecto de nueva constitución del régimen.
Con la intención de llevarme a prisión de manera que no contara con la siempre necesaria solidaridad, me fabricaron una acusación de supuesto asesinato en grado de tentativa. Un conocido esbirro de la policía política, llamado Dainier Suárez Pagan, se me atravesó delante en la vía pública en Palmarito de Cauto, Mella, Santiago de Cuba y por mucho que intenté evitar el contacto, el vehículo que conducía a muy reducida velocidad, lo rozó y sacó de la vía. El agente salió ileso, pero de inmediato llamó a su superior y le dijo que ya tenían a José Daniel Ferrer, que le acusaría de atentado. Luego la fiscalía comunista formuló la acusación por el supuesto asesinato en grado de tentativa. Gracias a la solidaridad, que no faltó, se vieron obligados a liberarme, aunque dicen que los cargos en mi contra continúan.
¿Cómo fue su tiempo detenido (hubo abusos en su contra)?
Pasé 12 días en dos centros de detenciones, en condiciones muy difíciles. Celdas sucias y pestilentes, pésima y escasa alimentación.
Durante cinco días me negaron los medicamentos que tomo diariamente para reducir la acidez estomacal. Excesivo calor, muchos mosquitos. El primer día, un agente que se hace llamar Bruno, me ofendió, amenazó y empujó encontrándome esposado con las manos en la espalda. Todo el tiempo incomunicado, sin saber de mi familia, sin derecho a un abogado. Una semana sin poder cambiarme la ropa, sin apenas agua para el aseo.
En el tiempo que estuve en estos centros de detenciones, dos detenidos trataron de ahorcarse y uno se abrió las venas de un brazo. Estas celdas están manchadas de la sangre de muchos de los detenidos que pasan por ellas. Estuve en compañía de tres detenidos por delitos comunes en la Unidad de Micro 9 y con uno en la Unidad o centro de torturas de Versalles.
¿Cómo ha sido el respaldo dentro y fuera de la isla?
El respaldo fue grande, gracias a la solidaridad de dentro y a la internacional, el régimen decidió cambiar la medida de prisión provisional por libertad inmediata. Mantienen los cargos en mi contra y yo mantengo mi firme decisión de continuar luchando por la democratización de Cuba.
¿Qué nos dice su experiencia de lo que sufren los opositores en Cuba?
La situación de los presos políticos es muy grave. Más de 100 presos políticos y de ellos, 55 miembros de la UNPACU. Sobreviven hacinados, mal alimentados, les golpean y torturan, y los acosan constantemente a ellos y a sus familiares. Reciben pésima atención médica. Delincuentes comunes al servicio del régimen les agreden y roban, etc.