El próximo jueves 14 de septiembre, se inaugurará en Cochabamba, Bolivia, la Planta de Amoniaco y Urea de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
La planta promete terminar con la importación del fertilizante y abrir las puertas para la exportación. De hecho, según fuentes oficiales, Bolivia ya selló un acuerdo con Brasil para exportarle un importante volumen de fertilizante.
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“Ese Estado consume casi 1.500 millones de toneladas de urea y la capacidad máxima de Bulo Bulo será de 600.000 toneladas. Toda la producción excedentaria se destinará a la exportación”, informó Luis Alberto Sánchez, ministro de hidrocarburos.
De acuerdo al ministro, otros destinos potenciales para la exportación de urea son: Argentina, Paraguay y Perú.
La construcción de la planta a cargo de la multinacional coreana Samsung, se inaugurará luego de dos años de retraso. y estará en su máxima capacidad el 23 de septiembre.
Según informó el director del proyecto de Amoniaco Urea de YPFB, Carlos Villar, el tamaño de la planta de Bulo Bulo está categorizado entre las más grandes del mundo, y podría ser “el paso para diferentes industrias petroquímicas” que utilizan muchos productos derivados de la urea.
“Esta planta es, podemos decir, el punto de inicio de la revolución industrial que va sufrir Bolivia. El efecto es multiplicador, la proyección hacia otras industrias es bastante alto”, afirmó el funcionario.
La planta requerirá 200 trabajadores, pero su efecto multiplicador permitirá crear al menos 3.000 empleos en el país, según comentó Villar.
“Los bolivianos podemos preciarnos de tener una planta de producción de urea de las más modernas del mundo”, afirmó el funcionario.
El proyecto tuvo una inversión de USD $953 millones, y permitirá paralizar la importación de aproximadamente 30.000 toneladas de urea, que cubre la demanda interna.
“Siempre hemos importado fertilizantes a precios altos y eso es una dificultad para la precaria economía que tienen los medianos y pequeños productores”, señaló Edilberto Osinaga, gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente.
El dirigente detalló que la tonelada del fertilizante cuesta entre USD $500 y 550; sin embargo, con la nueva planta se espera dejar de importar al menos el 50% del producto, hasta lograr abandonar la importación del mismo.
Fuentes: El Deber; Página Siete; La Razón.