El Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) investiga aDiosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), por narcotráfico, según indica un artículo de El Nuevo Herald.
De acuerdo a la noticia, Cabello, quien tiene al menos dos testaferros que manejan operaciones en el país norteamericano, podría ser próximamente sancionado, tal y como sucedió con el vicepresidente de Venezuela, Tarek El Aissami, a quien le congelaron casi USD$ 3.000 millones.
“Las investigaciones sobre el narcotráfico en Venezuela han seguido avanzando y se han profundizado con la cooperación y la colaboración de nuevos testigos”, informó una fuente anónima al diario.
Un informe del American Enterprise Institute (AEI), indica que han recibido varios denuncias de que Cabello controla varias compañías venezolanas y que emplea a varios testaferros fuera del país para manejar el producto de los sobornos, la malversación de fondos estatales y el tráfico de drogas.
“Su testaferro más importante, según fuentes estadounidenses y venezolanas, es Rafael Sarría, considerado el autor intelectual de la red ilícita de negocios e intereses financieros de Cabello. Sarría mantiene un perfil bajo, prácticamente invisible en los registros públicos dentro y fuera de Venezuela” señala el instituto.
“Sarría gestiona al menos tres compañías con sede en Estados Unidos, todas aparentemente compañías de maletín. Además, tiene propiedades en Estados Unidos por valor de más de $13 millones y, según informes, un jet privado”, señala el documento.
Cabello está siendo investigado desde hace varios años por la sospecha de que encabeza el denominado Cartel de Los Soles, una supuesta organización venezolana dirigida por altos funcionarios oficialistas, que controla gran parte del narcotráfico en ese país.
El gobierno estadounidense ha ido ampliando el caso, y actualmente están investigando los círculos financieros de la estructura de lavado de dinero del narcotráfico de algunos de los líderes del chavismo, entre ellos, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Fuente: El Nuevo Herald.