Estrechar la mano con delincuentes solo ha servido para que estos ganen tiempo, espacio y se reorganicen para seguir delinquiendo. Las experiencias que comprueban esta ineludible realidad sobran. La Segunda Marquetalia, que fue conformada por líderes de las FARC que habían firmado el fallido acuerdo de paz de 2016 y retomaron las armas en 2019, y el atentado cometido por el ELN ese mismo año en la Escuela de Cadetes General Santander de Bogotá, con saldo de 23 muertos, incluido el atacante, son claros ejemplos. Ahora, confiando una vez más en la inexistente buena voluntad de los criminales, el presidente Gustavo Petro firmó un decreto en el que suspende las operaciones militares contra el ELN, mientras este grupo narcoguerrillero sembraba el terror en el departamento de Arauca.
- Lea también: Colombia con Petro en cifras oficiales: más masacres, secuestros y drogas
- Lea también: Petro creará fondo internacional para subsidiar al ELN
En el decreto 1117, fechado el 5 de julio, se ordena a la fuerza pública suspender operaciones militares contra integrantes del ELN que hagan parte del proceso de paz. De acuerdo con el documento –que precede al cese al fuego bilateral y temporal que tendría vigencia entre el 3 de agosto y el 29 de enero de 2024, con posibilidad de prórroga– desde las 00:00 horas de este 6 de julio quedan suspendidas las operaciones militares contra el ELN. Pero todo indica que este grupo narcoguerrillero interpretó este gesto –como era de esperarse– de como una entrega o capitulación.
Este es el decreto manchado de sangre del cese al fuego entre el ELN y el Gobierno Petro. Horas antes los criminales asesinaron policías, secuestraron a una mujer sargento del Ejército y a sus dos hijitos, uno de ellos autista. Y sembraron el terror a punta de bala. Así los… pic.twitter.com/CsmuE8wtFB
— Vicky Dávila (@VickyDavilaH) July 6, 2023
El municipio Fortul, en el departamento de Arauca, fue el escenario de actos terroristas contra la fuerza pública este miércoles 5 de julio. Fue a las 8:15 de la noche cuando “uniformados de la Estación de Policía Fortul en Arauca fueron hostigados con ráfagas de fusil durante un lapso aproximado de 10 minutos” y tras activar el Plan Defensa lograron “conjurar el ataque armado”, según indica un comunicado de la Policía en el que se agrega que “de manera simultánea, los criminales lanzaron artefactos explosivos improvisados conocidos como ‘tatucos’ contra personal del Ejército Nacional adscrito al Batallón Especial Energético y Vial No. 14”.
Zona con fuerte presencia del ELN
Aunque medios colombianos como El Tiempo y El Espectador apostaban en horas de la noche por la prudencia evitando atribuir el ataque a algún grupo en particular, la emisora Blu Radio no dudó en afirmar que se trataba de una acción del ELN, compartiendo un video que se hizo viral en las redes sociales sobre el momento de terror que vivieron los habitantes de esta localidad cercana a la frontera con Venezuela.
A esta hora el ELN hostiga la estación de Policía de Fortul, Arauca, a menos de tres horas de la orden de suspensión de operaciones militares #VocesySonidos pic.twitter.com/Ax8IRHJZcU
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) July 6, 2023
En lo que coincide la prensa local es en el hecho de que en esa zona hay fuerte presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Y es que fue precisamente esta guerrilla la que horas antes secuestró a una sargento del Ejército colombiano y a sus dos hijos, de seis y ocho años, uno de ellos con condición autista, mientras se trasladaban por una carretera de Arauca y pasaban justo por el municipio Fortul.
La estrategia de Petro: ceder a la extorsión
La lógica de la izquierda basada en convertir en víctimas a los victimarios la puso en práctica Gustavo Petro desde la campaña cuando asomó sus ideas laxas en materia penal proponiendo su polémico “perdón social” para absolver a acusados de corrupción y sumar apoyos a su candidatura. Una vez en el poder avanzó en esta dirección al presentar su absurda iniciativa de pagar 800.000 pesos (200 dólares) a jóvenes que tengan prontuario criminal para que dejen de delinquir. El mes pasado fue incluso más lejos al anunciar la creación de un fondo internacional para subsidiar al ELN a cambio de que bajen las armas y dejen a un lado sus negocios de narcotráfico, secuestro y extorsión.
Esto indica que la estrategia del Gobierno para lograr su utópica “paz total” es la capitulación del Estado colombiano frente al terrorismo de los grupos criminales. Es decir, ceder a la extorsión y permitir que el país quede a merced de las narcoguerrillas. No se puede olvidar que el hoy mandatario colombiano perteneció a una de ellas.