El escándalo por la entrega de recursos públicos de forma directa a fundaciones aliadas del gobierno chileno de Gabriel Boric, demuestra que “el presidente no está siendo capaz de mostrar coherencia entre tener un discurso anticorrupción y un comportamiento en la misma línea”, asegura Michel Figueroa, director de Estudios de Transparencia Internacional en Chile, en entrevista con PanAm Post.
Desde Santiago, Figueroa, quien también es especialista en políticas públicas, señala que “los gobiernos tratan de posicionar en su discurso agendas anticorrupción porque saben que es un tema que le importa a la gente. Incluso, los gobiernos populistas están tomando agendas anticorrupción”.
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Sin embargo, la narrativa se desmorona frente a los hechos. La investigación de lavado de activos que enfrentan 38 fundaciones en diez regiones del país por el traspaso de, al menos, 20 millones de dólares representan para Figueroa más que un cuestionamiento al cumplimiento de obligaciones de transparencia o divulgación de información ante la intención de fraude.
Sostiene que “la gran sospecha que es que los recursos estarían siendo utilizados para campaña política lo que está completamente prohibido”.
Un país estancado
“En Chile estamos estancados sin lograr resolver los problemas más estructurales en materia de corrupción”, reconoce el director de estudios de Chile Transparente tras puntualizar que el país se mantiene con 67 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción de la organización desde 2015 -donde cero es muy corrupto y 100 muy transparente- luego de haber alcanzado 74 puntos en 2014.
Si bien precisa Chile “no tiene grandes problemas” destaca que “existe corrupción y espacio para que los actores que se quieren aprovechar negativamente del Estado”.
Para Figueroa el problema de los casos de corrupción siempre ponen en duda la capacidad de gobernabilidad. Incluso cree que el gran desafío para Chile es encontrar una respuesta sistémica integral a largo plazo los casos de corrupción en lugar de reaccionar al problema que originó este escándalo.
Un presidente sin batuta
A juicio del director de estudios de Chile Transparente “el presidente -Boric- debería estar liderando esta discusión” sobre la lucha anticorrupción pero ante su decisión de estar al margen, pronostica, la irrupción de otros fenómenos asociados a la corrupción como el crimen organizado y el narcotráfico en la política y el sistema público.
Chile ya tiene en su historial reciente el caso de la comuna de San Ramón donde las elecciones municipales debieron repetirse tras conocerse vínculos de los candidatos con el narcotráfico.
Frenar el avance depende de acciones contundentes porque “si no se cierra la puerta de la corrupción en un par de años podría ser una tónica que se instale”.
Ante ello, “el gran riesgo de entrar en ese círculo vicioso donde poder político está casado con un grupo de poder vinculado al crimen luego es muy difícil darle una solución”. Condiciones hay. Más de 2/3 de los partidos en Chile -23 de 33 toldas- tienen una mala evaluación o una evaluación insuficiente en materia de corrupción.
Cambiar la tendencia depende de incorporar mecanismos de prevención de conflictos de intereses, de prevención del lavado de dinero y de reporte de acciones sospechosas de lavado de activos, de divulgación de sus gestiones del lobby.