Tal como una escuela, la Cámara de Diputados del Congreso chileno aprobó un nuevo reglamento interno en el que se establece que los parlamentarios perderán el 50 % del sueldo cuando incurran en faltas de “trato fraternal” en el hemiciclo.
Desde ahora, si algún diputado instala carteles en curules ajenos que falten “al respeto debido a la Cámara, a los diputados o a los ministros con acciones o palabras descomedidas, o con imputaciones a cualquier persona o funcionario de dentro o de fuera de la Cámara, atribuyéndole intenciones o sentimientos opuestos a sus deberes” arriesgará la mitad de su dieta.
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También se sancionará a los parlamentarios que se levanten de su curul asignado para dirigirse al de otro legislador a recriminarle, mediante “expresiones malévolas o injuriosas” los dichos o votaciones en la sala. En el caso de agresión, además de la reducción del salario se prohibirá representar al Congreso en actos nacionales e instancias internacionales durante un año desde la entrada en vigencia de la medida.
Oficialismo complicado en el Congreso
El presidente de la Cámara de Diputados será el responsable de advertir con llamados al orden al diputado que esté recayendo en la falta de “trato fraternal”, según el boletín 16033-16.
Si este no cede, impondrá una amonestación, y si persiste, lo censurará con la privación del uso de la palabra durante seis sesiones, así lo divulgó la instancia en su cuenta de Twitter.
REGLAMENTO DE LA CÁMARA 📰| Cambios al Reglamento fortalecerán estructura y funcionamiento de la Cámara. https://t.co/jFXGeivBu8
— Diputadas y Diputados de Chile (@Camara_cl) July 4, 2023
Estas disposiciones que establecen cómo los diputados chilenos perderán su sueldo, marcan la víspera del cambio de directiva del hemiciclo. La próxima semana, el ente legislativo elegirá a los nuevos integrantes de su mesa directiva. Según el cronograma establecido, le corresponde presidir la instancia a la Democracia Cristiana; sin embargo, esta organización política corre el riesgo de quedar sin subir al podio, considerando que rechazó en el periodo anterior la toma de posesión del Partido Comunista.
Los comunistas pasarán factura y buscarán reivindicar su oportunidad. Un acuerdo es casi obligatorio porque, de lo contrario, la oposición asumirá la presidencia y vicepresidencias y en el Palacio de La Moneda no están en condiciones de enfrentar este escenario en medio del escándalo por la entrega de millonarias sumas de dinero a fundaciones aliadas.
Cámara en jaque
Los principales bloques políticos del lado del gobierno del presidente Gabriel Boric (Democracia Cristiana, Partido Socialista y Partido Comunista) están levantando pactos por separado, lo que anticipa “una estrecha competencia”, según el medio chileno La Tercera.
Con esas condiciones, el oficialismo tiene otro nudo por resolver, considerando que este 2023 será su última oportunidad para alcanzar acuerdos legislativos antes de que el clima político se agite con el período de campañas electorales 2024-2025.
Mantener el control de la Cámara es un tema estratégico para Boric. Sin embargo, la actual directiva compuesta por Vlado Mirosevic, del Partido Liberal, quien ocupa la presidencia, y Carlos Bianchi (independiente) y Catalina Pérez (Revolución Democrática) en las vicepresidencias, dejan una estela amarga al mandatario por aparecer Pérez involucrada en el presunto fraude de las fundaciones.
La derecha ya capitaliza la debacle del Ejecutivo, buscando el respaldo de los no alineadas, como los Independientes Social Cristianos, el Partido de la Gente (PDG) y el Centro Democrático Unido (ex-DC y Erika Olivera). Con esos grupos, la derecha sumaría los 78 votos necesarios para tomar el control de la Cámara y ejecutar cambios en la integración de comisiones, con base a una interpretación reglamentaria
En el oficialismo las cuentas parecen más que ajustadas porque hasta el momento solo tienen 75 votos para aspirar a presidir la Cámara. Ahora, la gran pregunta es si la izquierda garantizará el orden y disciplina en el pleno o usará el nuevo reglamento para censurar y perseguir a los adversarios.