Si el presidente de Chile, Gabriel Boric, pretendía lograr un nuevo acuerdo con las fuerzas políticas para convocar un nuevo proceso constituyente antes de finalizar octubre con el fin de unir la gesta al tercer aniversario del estallido social quedará con las ganas. La oposición le notificó al mandatario su desinterés en la celeridad de las negociaciones.
La coalición de Chile Vamos -conformada por la Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Evolución Política- frustra la intención del mandatario relacionar un eventual pacto como una secuela de la conflictividad que hundió al país en desmanes contra la propiedad privada y pública.
La oposición no permitirá ninguna relación simbólica con el largo episodio de violencia que caracterizó al estallido y del cual derivó el proceso constitucional que fracasó en el plebiscito del pasado 4 de septiembre.
“La mayoría de las razones apuntan a que aún hay aspectos fundamentales que no están zanjados” revela La Tercera pero “el asunto también tiene una arista simbólica, ya que este mes se cumple un nuevo aniversario del estallido social del 18 de octubre de 2019 y la derecha no quiere relevar la fecha”.
El jefe de comité de la UDI, Iván Moreira ya lo confirmó afirmando que “en octubre no se va a firmar ningún acuerdo. Lo más relevante es que el gobierno no siga provocándonos”.
Presiones sin efecto
Según el medio, “La Moneda ha presionado a los partidos de gobierno para que aceleren las conversaciones y así cerrar el acuerdo este mes. El mismo deseo es compartido por las colectividades oficialistas, pero esa aspiración se ha ido diluyendo con los días y cada vez se ve más imposible de cumplir”.
Esa imposibilidad para cerrar un acuerdo es para el medio un “hecho irrefutable” que demuestra además la falta de pericia de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático para generar consenso tras la derrota de la opción del Apruebo en la reciente contienda. En Evópoli comparten que el acuerdo “llegará cuando tenga que llegar”.
Plazos en contra
El senador Matías Walker de la Democracia Cristian está claro en la dilatación del acuerdo constitucional de Boric y las consecuencias. “Espero que nos demos el mes de octubre para llegar a un acuerdo. Si no hay acuerdo en el mes de octubre, tendrá que plebiscitarse el mecanismo y la ciudadanía tendrá que elegir”.
De esa forma expuso el punto que angustia a Boric: los plazos para convocar a los chilenos de nuevo a las urnas y la fatiga ciudadana con respecto al tema considerando que el 54% de los chilenos rechaza la instalación de otra constituyente, al ser esta su séptima prioridad.
Los partidos de Chile Vamos coinciden en negarle al Ejecutivo la designación de la fecha para la jornada donde se definiría si será un órgano redactor cien por ciento electo o uno mixto, con una proporción de expertos designados y la otra con representantes electos.
Condiciones en la mesa
Si bien la oposición tiene disposición para “cumplir la palabra empeñada de querer una nueva Constitución”, al gobierno de Boric le corresponde prepararse junto al Servicio Electoral (Servel) para llamar a votar entre abril o mayo en caso de un acuerdo.
“A nosotros el Servel no nos puede imponer fechas porque creo que con tres meses es suficiente para una elección”. Ese punto lo sinceró el secretario general de RN Diego Schalper. No será la primera vez en que el Servel tenga que acomodarse un poco para dar cuenta de algo que va más allá del Servel, que es cumplir con los plazos constitucionales”. El exconvencional Cristián Monckeberg cree que “el acuerdo constitucional debe estar a más tardar en noviembre, es el plazo fatal para permitir una buena tramitación en el Congreso”.