
El descontento de los peruanos con la gestión del presidente Pedro Castillo, quien tienen 69 % de desaprobación según la más reciente encuesta de Ipsos, pesará en las elecciones del próximo 2 de octubre, en las que se elegirán a 25 gobernadores, cerca de 200 alcaldes provinciales y casi 1700 alcaldes.
Los resultados de la última encuesta de la Compañía Peruana de Estudios de Mercados y Opinión Publica, hecha entre el 22 y 25 de agosto, arrojan que los candidatos del partido Perú Libre, tolda política que empujó la aspiración de Castillo para llegar al poder, tienen los números en contra.
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El apoyo a María Angélica Tupacyupanqui, quien se postula al distrito Ate-Vitarte –uno de los 43 distritos que conforman la provincia de Lima– tiene apenas 1,9 % de intención de voto en el sondeo, mientras su compañera de partido, Delia Elizabeth Cuya, quien aspira al distrito Barranco, roza el 0,8 %.
El panorama de Emerson López Delgado, ficha de Perú Libre para el distrito Carabayllo, quien alcanza el 1,7 %, es igual de desesperanzador, junto al 2,1 % de apoyo a Jorge Luis Aliaga Cervantes en San Martín de Porres y al 2,5 % de Nilda Rafael Caro en San Juan de Lurigancho.
Estos bajos índices de apoyo a los candidatos de Perú Libre para las elecciones regionales también tienen otros motivos. Según El Comercio, 44 postulantes tienen antecedentes de tipo penal en sus hojas de vida y otros 66 de tipo civil.
Futuro en jaque
El futuro de las agrupaciones aliadas de Castillo también está en jaque. Según el analista político José Carlos Requena, “si continúa la desacreditación del gobierno, el rechazo alcanzará a todas las izquierdas que se aliaron a él en segunda vuelta y que forman parte de su gabinete como Juntos por el Perú y Nuevo Perú”.
En entrevista con Gestión, sostiene que el Partido Morado y Somos Perú, que forman parte de la lista de organizaciones que respaldan al mandatario en el Congreso, no escapan a la proyección porque incurren en el error de asumir que el discurso radical servirá en la contienda regional y municipal cuando los electores tienden a la moderación.
Ángel Delgado, abogado y analista político, agrega que la organización partidista perdió su capital electoral porque “ante la opinión pública serán señalados como los corresponsables de llevar al poder a un partido y presidente que desprecia la gestión pública”.