Votar por el candidato presidencial chileno del Frente Amplio, Gabriel Boric, servirá de pasaporte para el Partido Comunista llegar a La Moneda, ya que en sus planes está incorporarlo a su administración, si llegara a ganar los comicios del próximo 21 de noviembre, por ser “un partido que en Chile ha sido un defensor de la democracia, que cuando ha estado en el gobierno ha sido leal con el gobierno con el que participa”. Así lo sostiene, lo que ratifica que apoyar su opción es abrirle las puertas al comunismo en Chile.
Y por eso Boric “no tiene problema” con que se le relacione con la organización de extrema izquierda que forma parte de una “coalición amplia en donde está el Frente Amplio, el Frente Regionalista Verde y por sobre todo, cientos o miles de independientes que se van sumando a la campaña”.
Boric sobre el PC: "Es un partido que en Chile ha sido defensor de la democracia, leal con el Gobierno del que participa y un partido más de una coalición amplia".
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— T13 (@T13) October 12, 2021
Pero el nexo tiene sus costos y cuotas en juego. “El día que Gabriel se tuerza un milímetro de la línea del programa, me van a tener a mí primero en la línea de denuncia y cobrándosela para defender los compromisos que estamos honrando”, le recordó el exprecandidato presidencial comunista, Daniel Jadue.
Para mantenerlo en la línea de la organización, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, perteneciente a las filas comunistas, maneja la coordinación programática de la campaña de Boric.
“Su integración al comando del candidato significa un acercamiento más profundo entre la opción presidencial y el Partido Comunista”, señala CNN Chile.
Con funciones estratégicas
A Irací Hassler le corresponde la instalación de las “mesas territoriales, temáticas” con una estrategia plebiscitaria donde habrá “una plataforma tecnológica que permite la autogestión y autoconvocatoria”.
Daniel Jadue también está adentro “saludando a los comandos y reconvirtiéndolos” porque en “la recta que queda es imposible estar en todas partes”. Sin embargo, este rol es la oportunidad del dirigente comunista para promover su idea de que el país necesita “un proceso de transformaciones y un programa transformador” que él encarna.
Lo que decidan los más de 14.000.000 de electores del país austral, que tiene un producto interno bruto de 253 mil millones de dólares –equivalente al de Carolina del Sur– tendrá una “enorme influencia en el comercio mundial”, asegura diario El Financiero, en vista de que Chile tiene la calificación crediticia más alta de América Latina y atrae más inversión extranjera directa con relación al porcentaje del PIB, lo cual se compara con países como Brasil o México. Incluso, la economía se estima que crecerá 11,5 % este año, más que cualquier país desarrollado del mercado emergente.
Es un aspecto de cuidado cuando la coalición de Boric se afianza en el discurso de desigualdad económica y reformas tributarias, proponiendo aumentar los impuestos sobre las grandes fortunas y tomar medidas enérgicas contra la elevación fiscal a través de un gravamen sobre las regalías mineras y los impuestos verdes sobre los combustibles.
Los comunistas van por más
Todos esos temas son parte de una “mesa política” en la que el secretario general del Partido Comunista y candidato a diputado en Atacama, Lautaro Carmona, admite que no sólo enfocan las estrategias para Boric sino en “conquistar una bancada parlamentaria que a partir de 2022 se comprometa con las transformaciones que tiene el proyecto programático de Gabriel Boric” porque le hará falta un Congreso con mayoría para aprobar “los cambios” y “facilitar que se concreten y complementen las transformaciones que la gente espera”. Admite que “los comunistas siempre pueden dar más”.