EnglishDesde hace un tiempo, he estado escribiendo en este blog sobre lo que el Gobierno de Puerto Rico tiene que hacer para solucionar sus problemas fiscales. Una de mis primeras y principales recomendaciones ha sido el uso de las matemáticas: hacer coincidir los ingresos con los gastos.

Más específicamente, una de las recomendaciones incluidas en mi constitución propuesta para un Puerto Rico libre e independiente, es la disposición de negar todas las compensaciones para los legisladores, si estos fallan en pasar un presupuesto balanceado en un determinado año. Nada asegurará presupuestos balanceados tan rápido como eso.
Esta semana se conoció la noticia de que los problemas fiscales de Puerto Rico se están volviendo realmente serios. El Banco de Desarrollo del Gobierno de Puerto Rico (GDB, por sus siglas en inglés) envió una carta al Gobierno y a los líderes de cada una de las cámaras en la legislatura, advirtiendo que si las cosas no cambian inmediatamente, es muy posible que ocurra un cierre (shutdown) completo del Gobierno.
Ahora, el fanático de las teorías de la conspiración que reside dentro de mí me dice que esta carta es solo una mampara para que el gobernador Alejandro García Padilla haga lo que desde hace ya un tiempo sabe que tiene que hacer. El tamaño del Gobierno debe ser reducido en un 30 por ciento, pero, durante su campaña, García prometió que mantendría los empleos públicos de todos, diferenciándose así de el gobernador de entonces, Luis Fortuño.
Es por esto que mentir para ser elegido es una mala idea. Tarde o temprano, se sabrá la verdad y serás forzado a admitir los errores.
Gobernador Padilla, usted no necesita que lo cubran; la verdad es suficientemente poderosa ya. Solo dígala, abiertamente y honestamente. Llame a las cosas por su nombre.
Si aún le queda chance de ser reelegido será por ser honesto, incluso si los dos primeros años de su gestión han sido deficientes. Admitir públicamente los errores, es una buena forma de ganar la confianza del público.
En la carta del GDB resaltan tres recomendaciones.
Primero, recortar los gastos. Aunque se quiera referir a esto como un “ajuste de gastos”, podría también adoptar una transformación radical de la estructura del Gobierno —algo que yo he recomendado. Tenga cuidado con eso: Estados Unidos ha tenido que aprender difíciles lecciones de “transformaciones fundamentales”. Pero si se hace correctamente, puede ser grandioso para la isla.
Segundo, el GDB recomendó aprobar el plan de reforma tributaria propuesto por el gobernador. ¿Quién dice que el GDB no puede ser partidista? Hay, sin embargo, una amplia oposición a la propuesta del 16 por ciento de impuesto al valor agregado, y con buenos motivos. Ese impuesto destruiría a Puerto Rico.
Por último, el GDB recomienda que el próximo presupuesto “se ajuste a la realidad fiscal”. En otras palabras, recomienda el uso de las matemáticas.
Es bueno ver por fin al Gobierno de Puerto Rico entendiendo el mensaje. Ahora queda esperar y ver si esta vez si implementarán los cambios necesarios.
No contengan la respiración mientras esperan, por si acaso.