Un proyecto de Ley en Colombia busca que los estudiantes no se vean afectados por los recurrentes paros de maestros. La iniciativa impulsada por el partido Centro Democrático apunta a que la educación sea categorizada como servicio público esencial, así como ocurre con el transporte aéreo, lo que impediría que los maestros sindicalistas paren sus actividades educativas y afecten a millones de estudiantes en todo el país.
En Colombia es común que los profesores, tanto de colegios públicos como de universidades, politicen sus exigencias y cesen sus actividades, saliendo a protestar a las calles por presuntos incumplimientos. La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, aseguró que ningún paro podría perjudicar la actividad escolar y, de llegar a hacerlo, el mecanismo judicial de tutela estaría activo para garantizar el derecho de la educación.
“Aquí lo que se debe defender son los derechos de los niños, que según la Constitución, son superiores a todos los demás, y los derechos de los colombianos que estudian y que quieren terminar sus carreras a tiempo”, dijo la congresista a RCN Radio.
Sin embargo, la propuesta de la congresista tampoco parece ser la mejor solución posible, según manifestó el economista Martín Jaramillo a PanAm Post.
“El problema es correcto: el poder de Fecode entorpece la calidad de la educación con sus pretensiones gremiales. La solución es equivocada: la educación se protege mejor con competencia (vouchers y colegios en concesión) que con prohibiciones”, dijo.
Los gobiernos deberían, en cambio, replicar las fortalezas del sector privado:
1. Tener libertad del poder sindical (Fecode en ??)
2. Una administración independiente.
3. Darle poder a la administración de innovar y depedir profesores mediocres (a lo que se opone Fecode).
2/6 pic.twitter.com/BCojBZhxHG
— Martin Jaramillo L (@Tinojaramillo) May 22, 2019
Desde ya la propuesta que empieza a hacer eco sin haber empezado la legislatura genera tensión entre estudiantes, asociaciones sindicales de profesores y grandes sindicatos como lo es la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el principal del país. “Se me pueden venir encima Fecode y los profesores”, indicó la senadora Valencia a la misma emisora.
Mientras tanto, no se hizo esperar el comentario de la FECODE, que rechazó la propuesta asegurando que ahora “tratan de amordazarlos en las calles”.
Primero, intentaron amordazarnos a los maestros en nuestras aulas. Ahora, tratan de reprimirnos en las calles. Esta no es la lucha de un gremio, es la lucha de un país por su futuro, por una educación libre, financiada e integral. #ApoyoAFecode.
— fecode (@fecode) July 16, 2019
Señalaron, además, que si la iniciativa es bien vista en el Congreso se movilizarían en las calles del país porque la medida pretende supuestamente “coartarlos”.
Fecode y el poder del paro
Si bien las exigencias de Fecode en tiempo y lugar han sido distintas, todas van acompañadas de la amenaza de salir a marchar. De unos años para acá han asegurado que el servicio médico asistencial de los maestros es pésimo y el de sus familias. Además, han increpado al presidente Iván Duque por el manejo que se le ha dado desde Colombia a la crisis humanitaria en Venezuela y la muerte de líderes sociales.
Estas exigencias en realidad ponen en entredicho el papel meramente educador de Fecode, pues diferentes analistas coinciden que la agremiación sindical tiene más poder político que educativo, principalmente apoyados por sectores de izquierda.
En febrero de 2019, Fecode salió a las calles afectando así a más de 6 millones de estudiantes. Pese a las acusaciones, la educación pública no ha dado los mejores resultados. Según estadísticas del ministerio de Educación, el 68 % de los 11 500 colegios del país son oficiales. Solo uno de ellos está entre los 100 mejores de las Pruebas Saber y solo cuatro entre los primeros 500.
El lobby político del gremio les ha dado la posibilidad de cuidar sus privilegios, tanto así que es un actor determinante que en la mayoría de casos y ante la presión, la cartera de Educación termina por ceder a las diferentes exigencias.
Por otro lado, en varias declaraciones y documentos oficiales han expresado su apoyo al político de izquierda Gustavo Petro, al nuevo partido de las FARC y recientemente han señalado estar a favor de la “autodeterminación” de los pueblos en el caso venezolano. Por supuesto, esto se aleja de la función principal de educar.
No sería de creer que profesores apoyen tiranías ! pic.twitter.com/a03TGVspds
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) February 6, 2019
Cabe destacar que llegado Iván Duque al poder, enfrentó dos marchas estudiantiles, paros en diferentes universidades estatales, y se le sumó el paro de Fecode. Tanto así, que para la marcha de octubre de 2018 el Gobierno retiró el proyecto que afectaba el presupuesto para la educación al pretender modificar el Sistema General de Participaciones y dividir los recursos. Dicha propuesta fue radicada durante el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y retirada en el Gobierno de Duque.