Pese a que el informe entregado por la ONU dice que Colombia contribuyó al alza en la producción mundial de cocaína en 2017, la Casa Blanca aseguró que por primera vez en cinco años no hubo un incremento de cultivos de coca en el país.
El informe elaborado por la Oficina Nacional para las Políticas sobre el Control de Drogas (ONDCP por su sigla en inglés), señala que hubo una reducción en los cultivos y en la producción de coca en los territorios. Luego de haber pasado de 209 mil hectáreas detectadas en 2017 a 208 mil en 2018, lo que significa una “estabilización” en la producción.
En este sentido, la producción de cocaína pura sufrió una leve reducción de 900 toneladas métricas en 2017 a 887 en el 2018. Según la estimación estadounidense, este panorama elimina el fantasma de la “descertificación” promovida en ocasiones por el presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró en su momento que Colombia en materia de lucha contra el narcotráfico no estaba haciendo su trabajo.
The White House reports that coca production saw a slight decrease in Colombia last year. Perhaps aerial fumigation (which is still banned) isn't the tool Colombia needs to curtail cocaine output, as Washington says. pic.twitter.com/VdQtpNfyZR
— Joe Daniels (@joeparkdan) June 26, 2019
Tanto los cultivos de coca como la producción potencial de este alcaloide finalmente han dejado de expandirse en el país. Estas cifras fueron respaldadas por el Gobierno del presidente Iván Duque, pues representan el esfuerzo de su política de drogas que pretende atacar todos los frentes de la cadena de suministro, que a la fecha tiene a organizaciones guerrilleras y paramilitares volcadas en los territorios ejerciendo control y librando una guerra por acaparar el negocio.
Los enfoques de la guerra contra las drogas
La guerra contra las drogas y su solución tiene dividido al país. Por ahora, se escuchan voces autorizadas que piden legalizar las drogas, para así mitigar el impacto de la violencia en los territorios y al mismo tiempo reducir las bajas y afectaciones que sufre la fuerza pública en la sustitución de cultivos. Sin embargo, esta medida no parece plausible en el corto plazo. Se plantea también la mano dura contra este fenómeno que va desde la prohibición del consumo (dosis mínima) hasta la militarización y lucha frontal contra el terrorismo y crimen organizado en territorios confinados por estas organizaciones. Dadas las condiciones que vive el país, y a pesar de la firma del acuerdo con la guerrilla de las FARC, cada vez son más los actores criminales que hacen presencia con el fin de lucrarse del negocio del narco.
PanAm Post habló con Sergio Uribe, experto en materia de drogas, quien señaló que la “estabilización” puede estar más relacionada con un exceso de oferta mundial que los esfuerzos estatales.
“Recordemos la caída en época post Caguán cuando el valor de la coca cayó en mercado internacionales (EEUU, Brasil y Europa) mientras que pureza incremento”. Uribe, añadió, que según las cuentas del ministro de Defensa, Guillermo Botero, en 2018 se erradicó manualmente mas o menos 50.000 hectáreas, que de acuerdo al informe de la ONDCP, para afectar más hectáreas sembradas dicha acción no es suficiente.
El gobierno del presidente @IvanDuque está comprometido en la lucha frontal contra las drogas: 2018 cerró con la erradicación de más de 60mil hectáreas de cultivos de coca. Más de la mitad (30.434) se erradicaron desde el 7 de agosto
— Guillermo Botero (@GuillermoBotero) June 26, 2019
He ahí una de las principales razones del por qué el Gobierno Duque justifica la aspersión de cultivos ilícitos con glifosato, al asegurar que es mucho más efectivo que la erradicación manual. Sin embargo, el argumento de que su uso es probablemente cancerígeno se mantiene en la Corte Constitucional.
ONU y Casa Blanca: diferentes mediciones sobre cultivos ilícitos
Cabe destacar que la metodología y números de la ONU y la Casa Blanca son distintos. Mientras Naciones Unidas contabilizó 171 mil hectáreas, EE. UU. registró 209 mil hectáreas, logrando para el año anterior la reducción. Sin embargo, en su ultimo informe, la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito explicó que la producción mundial de cocaína marcó un nuevo récord en 2017, superando por un 25 % el anterior de 2016. Record que según sugiere el documento fue jalonado por Colombia.
Al respecto, la ONDCP, organización de la Casa Blanca que se encarga de las políticas antidrogas en EE. UU. destacó que se trata de la primera vez en cinco años (desde el 2012) que no se presenta un aumento en las plantaciones de coca sembradas en el territorio nacional.
El presidente de Duque celebró la noticia y fue enfático al señalar que esta reducción se debe a “la estrategia integral que hemos implementado desde el inicio de nuestro Gobierno, logramos detener la tendencia creciente de cultivos ilícitos, que venía desde 2012. Así lo reconoce hoy la agencia para el Control de Drogas de EE.UU”, dijo.
La agencia de Control de Drogas de EE.UU. @ONDCP destaca que es la primera vez en 7 años que no se registra un aumento en los cultivos de coca en Colombia. Esto demuestra que sí es posible tener resultados positivos, cuando se enfrenta con decisión el fenómeno de las drogas.
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) June 26, 2019
La desaceleración de los cultivos de coca en Colombia llega en un momento decisivo en que el Gobierno busca acreditar la pertinencia de asperjar los terrenos con presencia de cultivos de coca con glifosato. Con relación a las cifras presentadas por Naciones Unidas, Ángela Me, jefa de investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), señaló que el 70 % de la cocaína de alta pureza se produjo en Colombia.
“Por supuesto se trata de una mala noticia. Es una mala noticia para los países productores. Lo que está pasando en Colombia es preocupante”, dijo Ángela Me.
Mientras tanto, el presidente Duque recibirá todo el crédito de esta estabilización pues desde el primer día de su gobierno viene dándole máxima prioridad al combate contra el narcotráfico.